Wu Hu, también conocida como Wu Zetian, ha sido la única mujer que ha conseguido reinar en la China Imperial. Una mujer que pasó de ser una concubina a convertirse en la emperatriz de China en el Siglo VII.
Wu Hu era una joven inteligente y hermosa. Con tan solo 14 años ingresó en el harén de palacio y se convirtió en concubina del emperador Taizong. Tras la muerte del emperador, su hijo y sucesor Gaozong mantuvo a Wu Hu en palacio como su concubina de segundo rango. No era habitual que una concubina permaneciera en palacio tras la muerte de su emperador, asi que el hecho de que la joven Wu fuera concubina de padre e hijo fue un escándalo para los intelectuales de la época.
Tampoco fue bien visto por la consorte de Gaozong, la emperatriz Wang. De hecho, son muchos los historiadores que afirman que estuvieron enfrentadas. Muchos afirman que Wu era una mujer manipuladora y que hizo todo lo que estuvo en sus manos para conseguir el poder. En el año 654, Wu acusó a la emperatriz consorte Wang y a la primera concubina del asesinato de su hija recién nacida, cuyo padre era el emperador. De esta forma, ganó la confianza del emperador y quitó de su camino a sus dos principales rivales. Poco después se convertiría en la emperatriz consorte hasta la muerte del emperador. Momento que aprovechó para tomar el poder y proclamarse emperatriz de china en el año 683. Así se convirtió en la primera y única mujer en la historia de China que ocupó el trono imperial.
Wu Zetian, video de Muy Interesante en Muy Historia
En Octubre de 690 acabó con la dinastía Tang para proclamar su propia dinastía, a la que llamo Zhou. Asumió el título de “Huangdi” (emperador), despertando la ira de los confucianos más conservadores. Estableció el budismo como religión oficial, desarrolló la agricultura y elevó la posición social de las mujeres. Luchó por mejorar el patrimonio histórico chino y consiguió gran estabilidad económica en China durante su mandato.
A pesar de ser una emperatriz que luchó por el bienestar de su país y adorada por el pueblo, muchos historiadores chinos pusieron hincapié en sus defectos y le achacaron múltiples y atroces asesinatos. Lo cierto es que es difícil saber con total veracidad si todas las prácticas que se le atribuyeron fueron realidad o especulaciones de los moralistas confucianos que no estaban contentos con la idea de que una mujer reinara. De hecho, el Instituto Smithsoniano elaboró un artículo sobre la “demonización” de esta emperatriz que podéis consultar, si queréis, haciendo click en «Demonización de la Emperatriz Wu».
Una de las características que se resaltó de esta emperatriz fue su extrema lujuria. Se le asignaron centenares de amantes. Además tuvo un harén de hombres que mantuvo hasta la avanzada edad de 70 años. Esto hizo que se le acusara de pervertida, ya que para un emperador era normal tener un harén de mujeres, pero para una emperatriz suponía algo escandaloso.
Otro aspecto curioso de esta emperatriz fue que consideraba que las felaciones degradaban a las mujeres, asi que una de las primeras medidas que llevó a cabo en su reinado fue prohibir esta práctica tan extendida en aquella época. Pero no se conformó con esta medida, sino que además promulgó otra ley en la que todos los dignatarios que la visitasen deberían rendirle pleitesía realizándole un cunnilingus después de lavarse la boca cuidadosamente. Un tributo necesario para todo hombre que quisiera visitar su corte. De hecho, hay varias obras antiguas que muestran a esta emperatriz recibiendo sexo oral de algún noble mientras sus fieles lacayos sujetan sus paños menores. En el libro histórico “The Cradle of Erotica” (La cuna de la erótica) de Allen Edwardes y Robert Masters se relata esta práctica.
Lo que está claro es que fue una mujer valiente y luchadora, que no se acomodó a lo establecido por la sociedad y rompió con las normas establecidas. Una mujer que supo aprovechar las diferentes ventajas que se encontró en su camino para poder llegar al poder. Fue una gobernante competente que tuvo que enfrentarse a la ideología confucionista, según la cual la mujer debía tener un papel más que secundario. Fue denigrada en muchos documentos oficiales, se le acusó de múltiples asesinatos y se acentuaron sus defectos y errores. Todo ello hace difícil saber con exactitud que parte de realidad hay sobre la vida de esta poderosa mujer.
“Solo la historia podrá juzgarme”
Emperatriz Wu Hu
3 comments
Curioso artículo!
Me ha encantado.
Caramba con la buena señora…
Feliz semana! y Siempre gracias por compartir!
Saludos
¡Gracias Carla!
Feliz y placentera semana para ti también.
Habría mas de un dignatario que se pasaría media vida en China :-)).
Al margen, posiblemente la emperatriz profesase el Taoísmo filosofía contraria al Confucianismo y que veía en ciertas practicas ,y hábitos sexuales, un método para la eterna juventud y la inmortalidad