Dicen que el sexo sirve para muchas cosas, que es saludable por las sustancias químicas que segregamos al tener un orgasmo, por el ejercicio físico que hacemos y la energía gastada, que ayuda a disminuir el estrés, a dormir mejor… Y desde luego si hablamos de sexo en la pareja no sólo es saludable sino vital, ya que cuando no va bien suele ser indicador de que algo falla.
También se dice que el sexo es divertido ¿verdad?, pero a menudo veo parejas para las que el sexo ha pasado a ser un aburrimiento. Y es que no es difícil caer en la rutina cuando llevas años con la misma persona. Me pregunto cuántas de esas parejas conocen la enorme variedad de productos que existen actualmente para enriquecer su vida sexual.
Cuando descubres el mundo que hay detrás de una tienda erótica parece que el sexo en sí, ese que a menudo se limita al coito, es aburrido. Es cierto que generalmente nos da miedo todo lo nuevo y, sobre todo, nos puede producir cierto temor decirle a nuestra pareja que el sexo ya no es lo mismo… Pero ¿por qué no aprovecharnos de lo que la industria erótica tiene para ofrecernos? No es que todos los días tengamos que comprarnos un producto nuevo pero ¿por qué no sorprender a nuestra pareja de vez en cuando con un regalo para disfrutar juntos en la intimidad? ¿Cuántas veces te has preguntado “y ahora qué le compro a mi pareja por su cumpleaños”, o por nuestro aniversario (o cualquier otra fecha)? ¿Y a que alguna vez alguien te ha pedido consejo por no saber qué regalarle a su pareja? Yo desde luego tengo clara la respuesta: ¡Nada mejor que algo para disfrutar juntos en la intimidad!
A menudo la gente piensa que hablar de productos eróticos significa hablar de y poco más. Nada más lejos de la realidad. Existe una gran cantidad de productos para despertar sensaciones placenteras (y particularmente estos son mis preferidos), ya que animan a usar otros sentidos, además del tacto, como el olfato y el gusto, que a veces olvidamos durante las relaciones sexuales.
De modo que existen productos tales como: aceites para masajear, aromatizados e incluso comestibles; también lubricantes de multitud de sabores; espumas y sales para disfrutar de un baño juntos; polvos comestibles (¡ñam-ñam!); e incluso pintura también comestible para dibujar sobre tu amante.
A mí concretamente lo que más me gustan son las velas eróticas. La enciendes, comienza aromatizando y preparando un ambiente íntimo y sensual… Después se va fundiendo en un delicioso aceite de cera que al derramarlo en la piel, aún templado, produce una sensación muy excitante y al masajear por el cuerpo suaviza, perfuma e hidrata la piel… mmm, ¡qué placer! Lo mejor es que hay en el mercado una gran cantidad de fragancias para escoger (frutas exóticas, vainilla, lavanda, caramelo, rosa…), lo que puede dar lugar a experiencias eróticas muy diferentes.
No podemos olvidarnos tampoco de la literatura, libros eróticos o relacionados con la sexualidad siempre son un buen regalo. Leer sobre fantasías, por ejemplo, aumenta la libido y puede ser muy divertido hacerlo juntos, proponiendo ideas para llevar a cabo. Y otro tipo de libros más didácticos siempre te pueden enseñar alguna cosa, ayudar a desterrar mitos, etc.
¿Y qué decir de la lencería erótica? Nada mejor que este tipo de prendas para preparar un encuentro especial. Estoy segura de que a más de un marido le da vergüenza salir a comprar algo así para su esposa, por lo que las facilidades que ofrece una tienda online para adquirir esta clase de artículos son perfectas. ¡Ya no hay excusas para sorprender a tu pareja!
Hablar de productos eróticos también tiene que ver con salud, y como muestra ahí tenéis las bolas chinas. La mayoría de la gente piensa que sólo sirven para jugar, pero pocas personas saben lo importantes que son para fortalecer la musculatura pélvica de la mujer y lo relacionado que eso está con los orgasmos. Por no hablar de lo necesarias que pueden ser después del parto para recuperarse y evitar pérdidas de orina. ¡Toda mujer debería tener unas bolas chinas en su vida!
Por último, aunque no menos importante, en mi breve repaso por este placentero mundo, no puedo dejar de hablar de los juguetes eróticos propiamente dichos. Desde vibradores, dildos, estimuladores, huevos… para él, para ella… de alta tecnología (que funcionan hasta desde el móvil con una App)… acuáticos (¡cua-cua!)… para estimular el clítoris, para el punto g, anales… de diferentes tamaños, formas, colores, materiales… Existe una variedad enorme y pueden ser usados a solas o en pareja. ¿Qué más se puede pedir? ¡Ah! Sí, que hay más aún, ahora que están tan de moda las BDSM ¿quién no quiere unas esposas, un látigo, un antifaz…? ¡Se aceptan regalos! ¡Vamos a jugar!