El vaginismo es una dificultad sexual de la fase de excitación en la mujer. Esta dificultad consiste en un dolor intenso que se da en la entrada de la vagina, lo que hace imposible mantener relaciones sexuales con penetración vaginal. Cuando la penetración vaginal es posible aunque dolorosa estamos ante otra dificultad sexual que se denomina dispareunia.
Lo que sucede concretamente durante el vaginismo es la contracción involuntaria de la musculatura que rodea la vagina de la mujer, algo totalmente ajeno al control de ésta. Esto lleva a que las relaciones sexuales sean dolorosas y es común que tras varios intentos la mujer se frustre y desanime haciendo que evite cualquier contacto sexual por temor al dolor.
Por otro lado, las mujeres que sufren de vaginismo, son mujeres que tienen un buen deseo sexual y una buena capacidad para excitarse. Es decir, esta dificultad sexual no es incompatible con la excitación ni con el orgasmo, dando lugar en muchas ocasiones a confusión tanto en la mujer como en su pareja. De hecho, las mujeres que sufren este trastorno suelen explorar su sexualidad y conseguir fácilmente la excitación y el orgasmo con autoestimulación o recibiendo estimulación de su pareja, dándose la dificultad solamente a la hora de la penetración vaginal. Además suelen ser mujeres con una actitud abierta hacia el sexo y el placer, que quieren disfrutar de su sexualidad y que se muestran desinhibidas a la hora de expresarse sexualmente.
Tipos de vaginismo
Vaginismo Primario: Se da en la mayoría de los casos y es cuando la dificultad se presenta desde el primer intento de coito, es decir, son mujeres que no han podido llegar a disfrutar de la penetración vaginal. En este punto es importante tener en cuenta que si no damos tiempo para la lubricación y la dilatación vaginal, es normal que se den molestias a la hora de la penetración.
Aquí juegan un papel fundamental las primeras experiencias sexuales, ya que si se desarrollan con algún temor o creencias erróneas sobre la penetración pueden dar lugar a la respuesta de tensión vaginal. Y si esta circunstancia se repite en varias ocasiones, el cuerpo de la mujer termina desarrollando esa respuesta defensiva que dará lugar al vaginismo.
Así, tras varios intentos frustrados la mujer termina evitando el coito vaginal por el miedo creciente al dolor. Algo que termina afectando a la vida íntima de la pareja y que se suele sufrir en silencio. El problema empeora cuando deciden iniciar la búsqueda de un embarazo. En este momento suele ser cuando toman conciencia de su dificultad sexual y deciden buscar ayuda profesional.
Vaginismo secundario: Aparece en mujeres que han podido disfrutar de una sexualidad placentera y sin dificultades a la hora de la penetración, y en un momento posterior se encuentran con la dificultad y el dolor durante las relaciones sexuales. En estos casos, es frecuente que tenga un origen traumático o doloroso como haber sufrido alguna agresión sexual o a una intervención quirúrgica de la zona pélvico-genital.
Causas del vaginismo
Las posibles causas del vaginismo son muy variadas, pero todas tienen en común el aprendizaje de una respuesta corporal en forma de tensión de los músculos vaginales. El cuerpo de la mujer desarrolla una respuesta de defensa para evitar el dolor que puede proporcionar el coito, debido a experiencias que han resultado dolorosas al intentarlo.
En la mayoría de los casos, el vaginismo se debe a factores psicológicos, que como en otras dificultades sexuales, se debe a un mal aprendizaje debido a una educación sexual restrictiva, falta de información sexual, malas experiencias durante las primeras relaciones sexuales, mitos y creencias erróneas en torno a la primera relación sexual con penetración, etc. Circunstancias que facilitan que se desarrolle el miedo al coito.
Tratamiento
Debido a la base psicológica de esta dificultad, una de las mejores opciones de tratamiento es la terapia sexual. Consistirá en proporcionar a la mujer una serie de herramientas que le ayudarán a distenderse y con ello conseguir relajar progresivamente la musculatura vaginal a la hora de la penetración.
Para ello se le irán asignando poco a poco una serie de ejercicios y tareas de tipo erótico que realizará tanto individualmente como en pareja. Lo que se pretende es conseguir un clima sensual y relajado, proporcionándole los pasos a seguir para llegar al coito de forma placentera. Estos pasos se irán adaptando a cada caso particular, adaptando el tratamiento de la mejor manera posible a la vivencia de cada mujer.
Por otro lado, hay un pequeño porcentaje de casos de vaginismo que se deben a causas orgánicas como rigidez, tabiques o estrechez de la zona vaginal que pueden ser debidas a malformaciones genéticas o secundarias a otros problemas médicos. Estos casos deben ser tratados por los especialistas adecuados, pudiendo combinarse con la terapia sexual en caso de ser necesario.
“La amarga experiencia me ha mostrado que lo que sostiene al mundo son las relaciones sexuales”
Henry Miller
2 comments
Un maravilloso artículo.
Y es que parece que a estas alturas de siglo, sigue pareciendo tabú.
Gracias por compartir.
Saludos
Así es, todavía hay muchos tabús en torno a la sexualidad
Muchas gracias a ti por leernos y por tu comentario
Saludos¡¡