Deseo. O anhelo de saciar la emoción que nos invade al querer algo o a alguien con mucha fuerza. Y es que a cada deseo le precede un sentimiento, y desear algo con muchas ganas es precedido por el sentimiento de la atracción, una atracción que muchas veces es incontrolable.
Los que me seguís habitualmente, sabéis de sobra que me encantan los poemas de Nuria Cifredo, y que de vez en cuando publico uno para que compartáis conmigo su lectura. Esta semana he seleccionado «Tus dedos».
Y es que lo que unos dedos rozando nuestra piel nos pueden hacer sentir, es mucho…. sobre todo si estamos deseando que sólo esos dedos nos toquen. Y no hablemos ya de lo que nos altera pensar en lo que puede venir después…
Tus dedos
¿Cuándo llegarán tus dedos a mi ombligo?
¿Vendrán con ganas de trotar por mis muslos?
¿Tardarán mucho en pasear por mi espalda?
¿Cuánto he de esperar para que se enreden en mi pelo?
¿Cuándo llegarán tus labios a rociarme besos?
¿Vendrán deseosos de sentir mi calor húmedo?
¿Tardarán en recorrer mis recónditos senderos?
¿Cuánto tiempo navegarán surcando mi boca?
¿Cuándo llegará tu cuerpo a enterrarse en mí?
¿Vendrá ansioso de contagiarse de mis ganas?
¿Tardará al acercarse o no se detendrá ante nada?
¿Cuánto más he de soñar para alcanzar tu amor?
* Ilustración de Francisco Asencio
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