¡Me encanta ir de tupper sex!
¡Qué experiencia más divertida para echar un buen rato con las amigas! Es igual que hayas estado varias veces, porque siempre te lo puedes pasar bien. Y si es tu primera vez, no dudes de que te divertirás un montón.
Las reuniones de ahora no son como las que se hacían hace unos veinte años, sin desmerecer aquellas buenas intenciones, cuando las mujeres empezábamos a soltarnos la melena y a bajarnos las bragas con más alegría. Lo común era que exclusivamente te contasen para qué servía tanto vibrador y tanta lencería excitante, y te obligasen sutilmente a comprar artículos para amortizar la reunión. Pero hoy día ya no sucede igual.
Por suerte, las mujeres, siempre a la vanguardia en liberalización sexual, se diga lo que se diga, hemos aprendido que la diversión no está reñida con la educación y, es más, que es imprescindible estar bien enteradas para disfrutar mejor. Con todo esto quiero decir que las personas que coordinan estas reuniones o las empresarias de tiendas y páginas web de venta de artículos eróticos están sumamente concienciadas con la educación sexual siendo el asesoramiento la herramienta fundamental sobre la que se vertebran estas reuniones. Por ello, ya no suele ser habitual que las asistentes tengan que comprar un mínimo de juguetes, sino que simplemente se paga el trabajo de la persona que atiende la reunión y después si interesa, se compra. Es muy importante que se explique todo bien, no solo los buenos usos que puedes darle sola o acompañada a los vibradores o a las bolas chinas, sino que se insiste mucho en la higiene de estos productos para que las enfermedades no nos salgan al paso. Así como en los beneficios de algunos de ellos para, por ejemplo, nuestro suelo pélvico. También es muy interesante conocer las nuevas puertas que se están abriendo en este negocio y ahora ya, por fin, hay tupper sex para todas las personas independientemente de su orientación o identidad sexual. Además la posibilidad de hacer las reuniones todos juntos aporta mucha más diversión y enriquecimiento. En otros niveles, sumamente necesarios por supuesto, se ofrecen reuniones focalizadas a personas con cáncer o con algún tipo de disfunción o discapacidad, porque el sexo tiene que ser y debe ser disfrutado por todos.
Pero, volviendo a la parte más lúdica, hay que dejar ya la vergüenza a un lado y asistir a estas reuniones a reírse, a aprender nuevas formas de disfrutar, a saber complementar tus relaciones por satisfactorias que sean, o a sacar el máximo partido a tu placer en soledad. Y a mí lo que más me gusta cuando voy a un tupper sex es la vuelta a casa, porque me encanta empezar a probarlo todo con mi pareja, y siempre nos pegamos unas fantásticas sesiones maratonianas de sexo, decidiendo qué juguete es el mejor. Y aun así no soy capaz de decantarme por uno sólo. Cada momento tiene un artículo que le va mejor: la pintura comestible para entrar en materia, un buen juego de lencería para poner a tono, unas esposas suaves para inmovilizar, un perfume que nos embriague, un aceite que te ayude con las caricias, o un pequeño vibrador con mando a distancia que vaya calentando la zona.
Aunque lo más placentero para mí está inventado hace mucho y es el contacto de la lengua del otro sobre tu piel. En definitiva todo un mundo de sensaciones satisfactorias para el que merece la pena encontrar tiempo y lanzarse a disfrutar.