Yo podría decir que me he quedado un poco antigua en cuanto a técnicas para ligar con éxito, pero prefiero pensar simplemente que las formas de relacionarnos los unos con los otros han evolucionado más deprisa que yo. Como me adapto perfectamente a todo lo que sea nuevo y más si es para terminar en horizontal, me he estado poniendo rápidamente al día con una amiga que ya es veterana en estas artes.
Nieves me está enseñando que existen varias opciones en el mercado y me recomienda que vaya probando hasta encontrar la que mejor se acomode a mis necesidades sexuales, que no son pocas y teniendo en cuenta que yo no estoy buscando una relación estable.
Para empezar, me ha aconsejado descargarme alguna aplicación para jugar a algo intrascendente: algún juego de formar palabras o de hacer preguntas. Parece ser que estos se utilizan sobre todo como medio para ligar más que simplemente para lo que fueron concebidos. Así que cuando llevaba unas semanas aprendiendo a controlar uno muy popular de cruzar palabras, por fin he tenido suerte y me ha entrado el mensaje de un tío que me ha dicho que para larga, larga, y bastante más que la palabra que yo estaba intentado componer, era la que él tenía entre las piernas.
Así que ni corta ni perezosa decidí comprobarlo sin darle mucho más cuartelillo por móvil. Tengo que reconocer que fui muy atrevida pero tuve suerte porque el tipo no estaba mal, no era ningún psicópata y además tenía razón. Pasé una estupenda tarde de sexo aunque no me interesó tanto como para volver a quedar.
Por si esto no me funcionaba bien y mis expectativas no se quedaban lo suficientemente cubiertas, Nieves me había ayudado a darme de alta en otras aplicaciones mucho más directas que sólo sirven para quedar con gente de tu zona a quienes les apetezca expresamente lo mismo que a ti, sin remilgos. Rosalía, que es otra amiga divorciada hace pocos años, también la usa. Pero ella tuvo una mala experiencia, ya que una vez quedó para follar con un chico al que no reconoció en la foto de su perfil de contacto, pero al que en cuanto vio entrar al bar en el que se habían citado ubicó perfectamente como el fontanero del bloque de sus padres. Así que con este método tengo que tener mucho cuidado. Creo que me irá mejor alejándome del barrio si quiero buscar un plan de este tipo.
Sin embargo, casualidades de la vida, la semana pasada me entró por error al WhatsApp un mensaje de un chico al que no conocía y automáticamente, sin fijarme en quien era le agregué. A partir de ahí, y tomando como punto de arranque que a él debió motivarle mucho mi foto, hemos comenzado una fabulosa y libidinosa relación virtual. Sin pensarlo. Una vez reconocida mutuamente la equivocación al contactar, el chico decidió mantener mi contacto y apostó por enviar sutiles y simpáticos mensajes para tantearme. Me pareció divertido sobre todo el que lo hiciera desde el anonimato y así, en pocos días, hemos ido subiendo el nivel erótico de las conversaciones, que confieso tampoco rozaban otros temas, hasta que no nos ha quedado más remedio que echar un polvo virtual. Y ha sido muy satisfactorio, la verdad.
Su capacidad y manejo del lenguaje me hace pensar que debe tener estudios universitarios o al menos, tener mucha cultura general. Porque simular que te hacen el amor y deleitarte con preliminares ‘on line’, debe ser más complicado si tienes un vocabulario de adolescente de instituto con bajas calificaciones. La cuestión es que me ha enganchado por completo, convirtiéndome en una adicta al sexo por WhatsApp …con él. Todavía no me he atrevido a pedirle ninguna foto ni yo, por supuesto, tampoco se la he mandado. Igual lo dejamos sólo en palabras lascivas, que de imágenes ya está internet lleno. Es muy enriquecedor para mi excitable imaginación todas las acciones que me describe tan al detalle: lo que me haría, lo que se hace, lo que nunca se atrevería a hacerme, lo que hizo con otras… En fin, por ahora estoy tan entretenida con esta forma de haber ligado, que hasta que no decida pasar a mayores y me atreva a encontrarnos físicamente, creo que no voy a dedicarles tiempo a las demás técnicas.
Aunque como no me gustaría nada quedarme desfasada en estos temas, estoy abierta por completo a cualquier técnica nueva que me queráis aconsejar.