Hoy os voy a hablar de un tema que seguro os resulta muy sugerente, ¡los llamados sugar daddies!
Empezaré describiendo lo que significa este término en la teoría, digamos «bajo la etiqueta», pero sin embargo, y tal y como lo digo en todos mis artículos, dentro de las propias etiquetas hay toda una gama de matices y variedades, y es con ellas con las que terminaremos más adelante.
La relación sugar daddy/sugar baby es un relación formal basada en el interés y en un intercambio por parte de los implicados. Ambos definirán, mediante negociaciones, las clausulas de esta relación y establecerán los términos de su convivencia y los vínculos, siempre dependiendo de los propios intereses y de lo que se quiera obtener en común.
¿Qué es un sugar daddy?
Lo definimos como un hombre maduro con alto poder adquisitivo, generoso, que posee también una mentalidad exitosa y busca pasar tiempo de calidad y compartir afectos con una chica/chico joven, generalmente universitaria/a que se encuentre en los inicios de emprender un negocio o que quizá esté empezando a trabajar.
Debemos ser conscientes de que un sugar daddy busca relaciones a largo plazo y estables. La otra parte tiene que contar con disponibilidad para pasar tiempo con él, conversar, salir a cenar, ir al cine o teatro, ser su acompañante en eventos, e incluso viajar. Consideremos que, al ser hombres empresarios importantes, cuando se les presenta algún viaje de negocios suelen contar con su sugar baby para que les acompañe y compartir con ellos/as estas experiencias o escapadas. Desconexión y placer.
Son hombres que ante todo buscan discreción. Muchos son ejecutivos o personajes altamente reconocidos que suelen estar bastante ocupados, volcados en sus empresas y negocios y que viven altos niveles de estrés. Además del gusto por este tipo de relaciones, son hombres a los que les cuesta trabajo mantener una relación de pareja al hilo de lo tradicional, por las exigencias de su trabajo, y que prefieren dedicar toda su atención al éxito y a sus negocios, Por eso quieren, de forma puntual y en el momento en el que pueden permitírselo, a un o una sugar baby disponible que no le exija ni atención ni tiempo.
¿Qué es una sugar baby?
Es una mujer que disfruta pasando tiempo con un hombre maduro, de clase alta. Así como hay personas a las que dentro de sus predilecciones les atraen los hombres fitness, jóvenes o fetichistas, este perfil se caracteriza porque su atracción se dirige hacia los hombres mayores, con cierta experiencia en el mundo. Les pueden llegar incluso a aburrir muchísimo las chicos y chicas de su edad o pertenecientes a círculos sociales de su entorno. Suelen ser personas inteligentes, atractivas y cuidadas físicamente. Tendrá una edad alrededor de los 20 a 35 años y buscan a cambio un estatus social, apoyo, lujos y un alto nivel de vida que por sí mismas no se pueden permitir. Además les gusta que les «mimen» y que les consientan.
A una sugar baby le gusta vivir un estilo de vida elevado, ampliar su mundo, los buenos gustos, los regalos, los viajes, los restaurantes, la vida social de lujo y, por supuesto, complacer a su sugar daddy. Deben conta con tiempo libre para poder estar disponibles y brindar atención a su sugar daddy. Es característica importante que tengan habilidades de comunicación y conversación y que sean oyentes activas además de capaces de mantener una buena conversación.
¡No olvidemos que también existen los sugar boys! Prácticamente toda la información que os doy en este post sobre las sugar babies es válida para ellos.
¿Cómo son las relaciones entre un sugar daddy y su sugar baby?
En las aplicaciones y páginas para este tipo de contactos hay «reglas» e información publicada que específicamente indica que una sugar baby no debe buscar incentivos económicos, de manutención, ni siquiera una paga por cada cita o encuentro. También se advierte que el sugar daddy no debe ofrecer esto a cambio.
Muy bien, ahora pasemos a hablar de la realidad sobre las relaciones entre SD/SB.
Comenzamos diciendo que el rango de edad entre ambos es bastante relativo. Podemos encontrar sugar daddies desde los treinta y pocos y sugar babies de hasta 45 años. ¡Y es que resulta que a veces la edad no importa tanto! Lo fundamental para los verdaderos sugar daddies es que se cumplan las características antes definidas. Es muy importante que su sugar baby sea inteligente y que no sólo tenga una bella cara o un buen cuerpo y es que, muchas veces, alguien más joven o universitaria no puede mantener el tipo de conversaciones, ni compartir los intereses ni llegar al nivel cultural que un hombre maduro y de mundo desea.
Si a estos hombres les llena y satisface tener compañía estable que les acompañe y escuche, no les gusta que los vean como un simple cajero automático. De hecho buscan una relación de afecto. Se ha hablado muchas veces de la delgada línea que separa la prostitución de lujo de este tipo de relaciones, para mí la principal diferencia que encuentro es que la prostitución de lujo suele ser algo puntual, hay un intercambio meramente monetario y no se busca entablar una relación de afecto más allá de la parte sexual del encuentro. Tampoco hay un interés en el cliente, salvo el de cumplir los acuerdos en materia sexual que se hayan llevado a cabo.
Haciendo bastante alusión a la palabra «daddy», muchos disfrutan ayudando a los y las universitarias a pagar sus carreras, proporcionándoles una vivienda de lujo y cumpliendo sus caprichos. Otro perfil que llama bastante la atención de estos hombres es el de las personas emprendedoras, que se inician de forma autónoma en su propia empresa ya que, además de aportar su dinero, disfrutan mostrando sus conocimientos. Existen sugar daddies a los que les motiva ser «mentores», guías, y ofrecen la experiencia que tienen en sus propios negocios y carreras. Si bien tienen claro que quieren buscar mujeres con ambiciones, también saben que no les gustan los perfiles de «mujeres mantenidas» algo que dejan muy claro. Y es que lo que buscan es complicidad, cariño y compañía.
¿Cómo contactar con un sugar daddy o una sugar baby?
Existen redes y aplicaciones específicas para crearse un perfil, la más conocida es sugardaddyespaña.com. Esta página cuenta con un interesante blog y descripción de lo que son las citas de este tipo. Se pueden encontrar clasificaciones y modalidades de pago.
La realidad es que los perfiles, por supuesto, no son exactamente tal y como se pintan en las descripciones de lo que debe ser un sugar daddy y una sugar baby. Habrá que ser paciente para encontrar lo que se busca y muy probablemente recurrir a las suscripciones de pago. Otra página que os recomiendo es seeking.com.
Dentro de las redes, una gran mayoría de hombres proponen encuentros puntuales a cambio de dinero. Quieren pagar para realizar un encuentro en un hotel e incluso solicitan información sobre el tipo de «servicios» sexuales que se pueden realizar con un intercambio monetario. Hay sugar babies que refieren haber encontrado hombres que lo que verdaderamente buscan es una sumisa, o narran malas experiencias con hombres que buscaban Amas o una dominación financiera. Como hemos explicado antes, hay gustos para todo y cada cual establece los límites en sus relaciones. Sabemos que existen otros tipos de redes y aplicaciones específicas para estos juegos por lo que buscar estos intercambios en una red que no es apta para ello, lo único que ocasiona es incomodidad y malas experiencias.
La cierto es que en estas páginas encontramos de todo un poco. A veces la gente va con la ilusión de abrirse un perfil y encontrar específicamente una relación, tal y como la hemos explicado, de SD/SB. Pero a pesar de que se intenta explicar en qué consiste este tipo de contacto, finalmente cada uno es libre de entablar sus propios vínculos y de crearse perfiles verdaderos o falsos. No se puede controlar. En estas redes hay un elevado porcentaje de hombres casados y otros que, como ya he dicho, lo que buscan es una especie de prostitución de lujo, a pesar de que saben que existen páginas específicas para ello. Desde mi punto de vista, no resulta por ende adecuado buscar encuentros puntuales a cambio de un pago en una página para citas SD/SB . Habiendo hoy en día tanta oferta de páginas y aplicaciones, enfocadas a cada tipo de gustos y necesidades, es más práctico crearse perfiles reales y registrarse en los sitios adecuados.
Por otra parte, la realidad es que la gran mayoría ofrecen una «dote» por encuentro, que puede oscilar entre 120 € y 200€. Algunos optan mejor por una asignación mensual, así garantizan la exclusividad y que la compañía esté disponible tanto para ir con ellos a determinados eventos y citas como para realizar encuentros sexuales, aunque esto último puede ser que para muchos no sea lo esencial.
Como todo, la clave está en los propios límites y los límites de la otra persona para llegar a acuerdos. Al fin y al cabo, y como siempre os digo, en este tipo de relaciones la importante es la negociación y, por supuesto, la importancia de la transparencia en ella. Todo funciona si ambas partes sienten que hay un win-win en el acuerdo que se lleva a cabo y disfrutan con ese tipo de relaciones, sin sentirse forzados/as a hacer cosas que no quieren.
- Imagen de portada propiedad Gret de Lou.
Texto editado y corregido por Más Allá del Placer.