El “Sploshing” es una práctica fetichista que une dos placeres de la vida, sexo y comida. Seguro que cuando eráis pequeños más de una vez escuchasteis que con la comida no se juega, pero con esta práctica se rompen las reglas y es que los juegos eróticos en la alcoba no tienen límites, excepto los que marca nuestra imaginación.
Antes de continuar voy a refrescar un poco el concepto de fetichismo. La sexualidad humana es muy diversa y compleja y aquí podríamos aplicar esa frase tan conocida “hay gustos como colores”. Los fetichismos surgen de esa idea y consiste en conseguir excitación sexual por medio de fetiches que pueden ser desde una parte del cuerpo hasta algo material.
En el caso del sploshing el fetiche sería la comida. Exactamente consiste en disfrutar del sabor y el olor de diversos alimentos o líquidos en tu cuerpo o en el cuerpo de tu pareja, mientras mantenéis relaciones sexuales. Para muchos esta actividad puede resultar una experiencia sensorial y sexual realmente placentera. Recordemos esas escenas en las que se recorre el cuerpo con un hielo en la boca o donde se mezcla erotismo, fresas y champagne. Son muchos los anuncios, películas, series… en las que aparecen placer y algún tipo de alimento unidos.
El término “Sploshing” surge de la mano de Bill Shipton, creador de la revista homónima británica llamada “¡Voltereta al agua!”. Durante la década de los noventa esta revista difundió fotografías de este tipo con connotaciones sexuales. Tras su muerte en 2013 la revista y su sitio web fueron cerrados.
Pero lo cierto es que esta práctica no es moderna si no que ya se practicaba en la antigua Roma y Grecia. En esta época disfrutaban siendo cubiertos por alimentos cremosos y pegajosos como chocolate, leche o aceite. Además, también podemos leer sobre esta práctica en el Kamasutra, el gran libro del amor, que la considera una actividad muy placentera.
Algunas recomendaciones para llevar a cabo el Sploshing:
1.- Lo primero de todo es que ambas partes tomen la decisión y se sientan cómodas con esta práctica. Tened en cuenta que hay personas que la idea de que se deslice comida o líquidos por su cuerpo puede resultarle no agradable, e incluso repugnante o antihigiénico. Como siempre os digo, la sexualidad debe de ser placentera, si hay algo que resulta desagradable hay que dejarlo apartado. Que exista esta práctica, no quiere decir que todo el mundo tenga que realizarla, dependerá de las preferencias y gustos de cada uno.
2.- Utilizar alimentos ligeros y dulces como fruta, chocolates, miel, helado, vino…
3.- Evitar alimentos que puedan resultar irritantes como picante o aceite, ya que pueden dañar la piel o causar infecciones.
4.- La experiencia erótica aumentará si comes del cuerpo de tu pareja, aunque algunas personas lo hacen simplemente para estimularse visualmente y sensorialmente.
5.- Es una práctica totalmente segura e indolora. Lo más incómodo será la limpieza posterior.
6.- Lo ideal es buscar un lugar donde estéis cómodos y podáis moveros con libertad sin pensar en la posibilidad de ensuciar.
7.- Hay que verlo como un juego excitante que no tiene porqué ser molesto ni ofensivo y que puede suponer un encuentro sexual divertido y estimulante.
A modo de conclusión os mando una reflexión, si el sexo y la comida son dos de los mayores placeres del ser humano, ¿para que elegir entre uno de los dos, pudiendo combinarlos?
“En todo lo concerniente al amor, cada uno debería actuar según sus propias preferencias”
KAMASUTRA, el gran libro del amor