Hoy os vengo a introducir los conceptos de sexo y género y hablaros sobre qué es la identidad con la intención de explicaros próximamente el concepto trans*. Pero dado que son conceptos complejos voy a tratar de desentrañarlos en este artículo.
Sexo y género
En primer lugar, vamos a empezar con el sexo y el género. Es importante diferenciar esta dualidad conceptual.
El sexo hace referencia al carácter biológico del individuo; nuestros órganos sexuales internos y externos, y nuestros cromosomas (XX y XY).
El concepto género nace del conjunto de ideas de un grupo determinado en un momento concreto histórico, es decir, es un término social dentro del imaginario colectivo. Como tal, no es un concepto objetivo ni está libre de interpretaciones.
El género en sí mismo es también una construcción social a partir del sexo. Y es, en esa interpretación, dónde surgen muchas de las discriminaciones. Por ejemplo, las desigualdades entre hombres y mujeres. Aviso a navegantes para no perdernos; si indagáis o leéis o habéis buscado algo respecto al tema, encontraréis que hay autores que estos conceptos los entienden de forma distinta. Por ejemplo, no hacen esta división sexo-género (consideran que como seres sexuados el género está integrado dentro del sexo o consideran substituir el vocablo sexo por género, etc.). Realmente no siempre hay una forma única de ver las cosas y lo importante es que el autor se justifique y explique el porqué de su posicionamiento teórico. Este hecho también nos habla de la complejidad que hay detrás de estos conceptos.
Personalmente, a mí me gusta entender la perspectiva de género separada del sexo para darle su entidad y su reconocimiento. Aquello que nombramos puede ser definido y como tal, estudiado y reflexionado. Y de esa manera, poder generar cambios.
Identidad : sexual y de género
El concepto de identidad es el conjunto de características que nos hacen únicos, diferenciándonos del resto.
Mientras que la expresión de dicha identidad se obtiene y se construye a través de muchos rasgos personales que interactúan con la experiencia y el medio dónde está inmersa la persona. Dentro de esta identidad encontramos por un lado la identidad sexual, la cual se define como el sexo (mencionado anteriormente) asignado por terceras personas al nacer. Este concepto asignado es principalmente neutro y sin cargas. Todas ellas vienen a posteriori con la carga social que cada sociedad le asigna a dicha identidad.
Mientras que por otro lado encontramos la identidad de género, la cual es la vivencia íntima y personal de cada individuo frente a ese conjunto de ideas que la sociedad ha establecido como género. Esta última hace referencia a cómo nos sentimos y, en última instancia, cómo nos identificamos, independientemente de nuestro sexo asignado al nacer.
Sin embargo, esta identidad de género no está absenta de caracteres externos que pueden influenciar en nuestra autopercepción, como sería el caso de la sociedad o la cultura en la cual se circunscribe. El punto de vista que tiene la sociedad respecto al género, nos afecta tanto en nuestra educación, como en nuestras relaciones; y en muchos casos actúa como limitante de nuestro conocimiento, en este caso sobre cómo lo percibimos.
Expresión de género e identidad de género
A todo esto, debemos evitar confundir la expresión de género con la identidad de género. La expresión de género es la expresión de la identidad de género que se transmite a partir de comportamientos, vestimenta, formas de habla, etc. Mientras que la identidad de género, como hemos mencionado anteriormente, es la vivencia individual de la misma.
Para terminar y como reflexión final me gustaría que nos paráramos a pensar en qué implicaciones tiene todo lo que he venido a explicar. Sobre todo, en cuanto a lo que el género se refiere.
A mí me gusta entender este hecho con una metáfora que me explicaron hace ya un tiempo: «imaginar que vamos a comprarnos una camiseta y solo hubiera dos tallas: la XXS y la XXL. Una nos iría extremadamente apretada y la otra nos quedaría demasiado holgada. Pese a que existan personas que encajarían y les quedaría perfecta, está claro que con sólo dos opciones es imposible que todos nos sintamos cómodos.»
Los modelos de género y sus roles serían esas opciones de talla de esa camiseta y el cómo te ves con esa camiseta sería la identidad de género; y al igual que existen diferentes cuerpos también existe esa diversidad en todos los aspectos de la sexualidad.
«Si no podemos ponerle fin a nuestra diferencias, contribuyamos a que el mundo sea un lugar apto para ellas.»
John F. Kennedy