Para la Historia de Inglaterra, existe un periodo fundamental de desarrollo y consolidación de su imperio, conocido como Época Victoriana, debido a la gran permanencia en el trono de la Reina Victoria (1837 – 1901).
Esta etapa del siglo XIX se caracterizó por una doble moral en relación al sexo, consistente en un puritanismo conservador llevado al extremo, de manera oficial (por supuesto, con la influencia de la Iglesia que condenaba toda actividad sexual que no estuviera destinada a la procreación dentro del matrimonio). Frente a esto, como contrapartida de esa doble moral, se dio una enorme proliferación de la prostitución, el adulterio y las infecciones sexuales.
El llamado puritanismo victoriano se caracterizaba por una disciplina sobre el sexo llena de prohibiciones y prejuicios, donde la castidad se consideraba una virtud y el sexo se asociaba al vicio y las bajas pasiones.
Dentro de ese marco, nos encontramos con Richard Francis Burton, escritor, traductor, antropólogo, geógrafo, explorador… toda una figura que pretendió abrir las mentes de los ingleses con el deseo de expandir la libertad sexual.
Richard Burton llevó a cabo numerosos viajes a Asia y África, en los que estudió de una manera precisa y minuciosa las costumbres de sus pueblos y sus prácticas sexuales. Se dice que llegó a medir el pene de un africano y que participó de rituales sexuales y religiosos de los nativos.
El descubrimiento de Oriente por el mundo occidental despertó un interés hacia el erotismo de esas culturas indígenas, lo que en la sociedad victoriana llevó a la creación de sociedades secretas como el Club Cannibal, fundado por Richard Francis Burton y James Hunt en Londres (1863). Al parecer, a este club perteneció un grupo de caballeros entre los que se encontraban algunas de las figuras más destacadas del momento. Dicho club fue conocido por distribuir, de manera clandestina, entre sus miembros, pornografía (dibujos o fotografías) de tipo exótico, denominada así porque estaba basada en el mundo oriental. Se supone que, más allá de un interés puramente morboso, existía también un interés científico por analizar las prácticas sexuales de las colonias indias, que parecían tan opuestas a las europeas.
El club Cannibal fue disuelto en 1869, debido entre otros a la aprobación de una ley contra las publicaciones obscenas. Pero Richard Burton continuó con su labor y llegó a traducir incluso manuales eróticos bajo el riesgo de ser preso. Fue él quien reveló el Kamasutra (1883) a la sociedad occidental, al realizar la primera traducción de este manual del que se vendieron millones de copias.
Tradujo también una versión censurada de “Las mil y una noches” (1885), añadiendo una serie de notas sobre pornografía, homosexualidad y sexualidad femenina, temas tabú en aquella época que ofendían a la moral victoriana y a la clase media inglesa.
Su obra “Ensayo Final” presentaba las costumbres de varios pueblos, y se hizo famosa por tratar la homosexualidad. Esta postura liberal lo convirtió en una figura polémica que despertó la furia del puritanismo victoriano de aquella época. A pesar de ello, Richard Burton recibió en 1886 el título de Sir por parte de la Reina Victoria, debido a los servicios prestados al gobierno y sus descubrimientos y contribuciones científicas.
Para Richard Burton, la represión sexual de la sociedad victoriana impedía la expansión del conocimiento, por su sometimiento a la moralidad y decencia dictadas por la religión. Sin duda fue una etapa en la historia de la sexualidad que marcó nuestra idea sobre el sexo, pues un gran número de mitos y tabúes al respecto provienen de esa época y se expandieron por todo occidente hasta nuestros días.
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