Todos los años nos hacemos un buen lote de buenos propósitos para auto convencernos de que el año que se nos viene encima va a ser el mejor y que va a ser justo ese el año en el que por fin vamos a dejar resueltas tantas cuestiones que tenemos pendientes desde tiempo atrás. Y estas fiestas no iban a ser menos optimistas para mí. Por supuesto que todos los años creo vehementemente que el nuevo va a ser maravilloso, pero este en especial estoy convencida. Bueno, todos los primeros de año estoy igual de convencida, pero, si no fuera así ¿dónde estaría la gracia? Pero vayamos al grano.
Yo este año no pretendo hacer deporte. No me gusta, así que no quiero objetivos irreales, y por suerte, no lo necesito para estar a gusto con mi cuerpo. Lo que sí quiero es hacer muchos ejercicios de suelo pélvico, con bolas y sin ellas. Y está comprobado que la práctica de buen sexo es lo mejor para ello. Así que sea cual sea el tipo de relación que se me presente, tendré que convencer a mi pareja de que me ayude a conseguir muchos orgasmos para que las contracciones ejerciten bien toda esa zona tan necesitada. Otro de mis objetivos va a ser diversificar aún más mis experiencias sexuales. Es muy amplio el mundo de la sexualidad y yo no quiero morirme sin haber probado la mayoría de las actividades interesantes que existan. No me gusta decir que hay que probarlo todo, ni en este área ni en muchos otras, porque hay cosas que no considero imprescindibles probar. Pero en general, probar al menos tres nuevas. Todo sea, dicho sea de paso, por compartíroslas después. Otro propósito que quiero llevar a cabo es el de tener una relación sexual completa con alguien que no hable mi idioma y con la que no pueda entenderme verbalmente. Puede parecer poco interesante, pero yo creo que puede ser una experiencia sumamente enriquecedora. Al fin y al cabo el lenguaje corporal es casi universal. Quizás me proponga resolverlo con alguien de una nacionalidad concreta, quizás un japonés, un noruego o un ruso. ¡Podría ser divertido!
Y un último objetivo que me he planteado con el cambio de año ha sido el de intentar ser más detallista. Y no me refiero a estar más pendiente de todo el mundo y hacer regalos por todas partes y sin venir a cuento. Voy a poner más empeño en el modo en el que os cuente mis aventuras. Intentaré ser más descriptiva y daros más detalles cuando os comente cómo han sido mis relaciones. Estoy convencida de que eso puede gustar a todos y además, a mí me resulta de lo más excitante recordar cada caricia y cada beso con pelos y señales. Por eso también lo quiero llevar a la práctica cuando esté sola en casa, como ejercicio para motivarme y disfrutar más en mis ratos de auto complacencia. Algo así como un ejercicio de mindfulness, de atención plena, pero no solo durante el acto, sino también después para volverla a disfrutar.
En fin, que creo que este va a ser el año en el que llegue a conseguir todos los objetivos propuestos. Y como no quiero perder ni un segundo de motivación, voy a empezar por dedicarme unos cuantos orgasmos a vuestra salud y a concentrarme plenamente en alguna relación satisfactoria, por ejemplo, la de esta nochevieja. ¡Ah, es que esa aún no os la he contado! ¡Pues eso será ya otro día! ¡Feliz año nuevo!