Seguramente estaréis pensando qué tienen que ver con el tema sexual los presidentes de Estados Unidos. Pues bien, aunque resulte curioso, algunos presidentes norteamericanos han estado envueltos en verdaderos escándalos sexuales. Más aún, su relación con el sexo ha llegado en ciertos casos a límites insospechados. Y es que cuando se juntan sexo y poder, puede resultar una mezcla explosiva.
Vamos a dar un paseo por la historia del deseo para descubrir algunos de estos presidentes.
Warren G. Harding
Llegó a la presidencia en 1921, convirtiéndose en el 29º presidente de los Estados Unidos de América. Decían que poseía un gran sex appeal y eso le valió el voto de muchas mujeres que fueron a las urnas, por primera vez en EEUU, justamente en esas elecciones.
Fue conocido por estar implicado en numerosos casos de corrupción política y por sus aventuras extramatrimoniales.
Además de jugador empedernido, tenía fama de mujeriego, de manera que al parecer las prostitutas entraban y salían de la Casa Blanca constantemente. Así, se vio envuelto en diversos escándalos debido a sus amantes, pero lo más curioso es que a pesar de que su familia creía que era estéril, años después se supo de la existencia de una hija ilegítima.
John F. Kennedy
Llegó a la Casa Blanca en 1961, con lo que fue el 35º presidente de EEUU. Famosos son algunos de sus romances como el que mantuvo con Marilyn Monroe.
Pero fue por la última de sus amantes, Ellen Rometsch (según confirmaron revelaciones del secretario demócrata Bobby Baker), que sus aventuras llegaron a ser investigadas por el FBI, con Edgar Hoover al frente, bajo la sospecha de tratarse de una espía de Alemania del Este, y siendo posteriormente expulsada del país.
Lyndon B. Johnson
Llegó a la presidencia a finales de 1963 (tras el asesinato de J. Kennedy), convirtiéndose en el 36º presidente de Estados Unidos.
Se le considera uno de los presidentes más poderosos de la Historia. Una de las cosas que hizo con mayor repercusión a largo plazo fue aprobar la ley de Derechos Civiles contra la discriminación racial. Siendo del sur (Texas) tenía unos orígenes modestos, de manera que se comportaba como un macho alfa que rozaba la vulgaridad.
Se dice que tuvo muchas amantes que escondía de su esposa. Sin embargo, lo más curioso de todo es que estaba obsesionado con el tamaño de su pene, pero no porque fuera pequeño sino al contrario. Se vanagloriaba de tenerlo grande y en diversas ocasiones incluso lo mostró en público.
Lo más curioso es que se refería a su pene como “Jumbo”, que fue el nombre de un elefante de circo de 4 metros de altura. La leyenda sobre su falo llega tan lejos que “Johnson” es uno de los 1300 términos conocidos para referirse al pene en inglés.
No podemos cerrar este tema sin destacar el tema de las infidelidades, y es que las idas y venidas de amantes han sido casi una constante en la presidencia de EEUU durante muchos años. Desde los mencionados anteriormente, pasando por Roosevelt (1933), hasta por supuesto Clinton y su famosa aventura con la becaria Mónica Lewinsky.
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