¿Cómo imaginar que hubo un tiempo en que Alemania, y más concretamente Berlín, llegó a ser el punto de mira mundial del sexo? Pues, en efecto, esto sucedió tras la derrota de Alemania en la I Guerra Mundial, con el país aún en ruinas y sumido en una gran depresión económica, precisamente ésta sería su Era de Oro Sexual. Aunque, como en todo, eso depende de quien lo mire, porque para otros se trató de la época de mayor depravación y perversión sexual de Alemania.
Para entenderlo, debemos situarnos en el Berlín de 1919, tras proclamarse la República de Weimar (que duraría hasta 1933). En aquel momento, el último káiser o emperador alemán (Guillermo II) había huido, y el Tratado de Versalles acababa de terminar con el Imperio alemán. Fue entonces cuando Berlín se convirtió en la ciudad alemana más liberal.
Durante esos años, antes del ascenso de Hitler, emergió en Berlín un ambiente sexual desinhibido, en el que numerosos homosexuales y transexuales salieron a la luz. En relación con la transexualidad, los avances médicos alrededor de la llamada cirugía de reasignación sexual fueron notables en esta época. También el travestismo se hizo público, incluso se celebraban concursos de miss travesti.
Por otro lado, debido a las elevadas tasas de desempleo y a la devaluación de la moneda, la prostitución se convirtió en un modo de supervivencia para muchas mujeres (estas se distinguían por el color de sus botas, representando cada color una especialidad). Pero también la prostitución masculina floreció en aquel escenario gay. Todo ello produjo un incremento significativo de infecciones de transmisión sexual, como la sífilis y la gonorrea.
Pinturas como “Escena callejera de Berlín” (1913), del artista Ernst Kirchner (acusado por los nazis de artista degenerado), reflejan las calles de Berlín pobladas de elegantes prostitutas (“cocottes” como se las llamaba en aquella época) con vestidos coloridos y llamativos sombreros de plumas.
Además, la República de Weimar trajo consigo la aparición de decenas de periódicos homosexuales.
Podría decirse que este período fue el más creativo de Alemania, ya que numerosos escritores y artistas de Estados Unidos, y otros países de Europa, llegaron atraídos por la libertad sexual.
Cabarés, clubs gays y burdeles proliferaron por doquier y se convirtieron en parte de esa subcultura sexual de la noche de la capital alemana. Incluso la moda que se vestía en los cabarés suponía una ruptura del género binario, mostrando además numerosos desnudos. Los temas de las canciones y las historias que se contaban en los escenarios de los cabarés giraban en torno al sexo y a la crítica política.
Marlene Dietrich, actriz alemana que antes de ser conocida en películas clásicas de Hollywood formó parte de multitud de espectáculos teatrales en cabarés berlineses, fue conocida por su enorme apetito sexual, su bisexualidad y su imagen andrógina. “El ángel azul”, película alemana de 1930, dirigida por Josef von Sternberg, fue el primer gran éxito del cine sonoro alemán y la catapultó al estrellato. Dietrich interpreta en este filme el papel de una cabaretera, causando un gran revuelo por salir mostrando sus muslos (fue una de las primeras actrices en hacerlo), lo que la llevó a convertirse en un icono sexual.
Con la Gran Depresión de 1929, Hitler comenzó a hacerse con el poder y decidió limpiar Alemania, cerrando muchos bares que consideraba centros de depravación sexual.
La película estadounidense “Cabaret” interpretada por Liza Minnelli (con la que obtuvo el óscar a la mejor actriz) y Joel Grey, entre otros, está basada en un musical que refleja justamente el Berlín de inicios de los años 30, con los nazis apunto de tomar el poder. Cuenta la historia de amor entre una bailarina de un local nocturno y un estudiante bisexual. Esta película ganó 8 premios Óscar, incluyendo personajes tan variopintos como un aristócrata bisexual, una prostituta, un masajista de mujeres y un escritor pornográfico.
Algunos científicos alemanes habían comenzado a hablar de la homosexualidad como algo innato. Ese fue el caso del Dr. Magnus Hirschfeld, quien inauguró el Instituto de Ciencias sexuales, el primero en el mundo en ofrecer asesoramiento médico y psicológico a personas homosexuales, transexuales, etc. Este Instituto incluía un museo de la sexualidad, pero ambos tenían sus días contados, ya que en 1933 fue destruido por los nazis.
Fue así como terminó aquel periodo de entreguerras que algunos tacharían de años de perversión en Weimar.
Si quieres realizar una compra y obtener un descuento del 5% ¡usa el cupón EA5!
Descuento no acumulable a otras ofertas que puedan estar activas. Sólo es válido un cupón por compra.
1 comments
Te falto agregar que dicha revolucion sexual fue mas bien un manotazo de ahogado de cientos de miles de alemanes en la miseria y al borde de la hambruna, tambien de que la pedofilia fue legal en toda esa epoca, los burdeles subastaban virgindades todos los dias y oleadas de niñas salian de los colegios a prostituirse a las calles de berlin para poder comer, madres con sus hijas en brazos, niñas de apenas 8 años ect ect, la miseria fue la razon de todo eso. Por todo esto , por toda la humillasion vivida e incubada fue que los nacional socialistas tomaron el poder rapidisimo y se vengaron de los «Buenos de la historia»