A muchos padres y madres les cuesta hablarles de sexualidad a sus hijos e hijas, esto es una realidad con la que me encuentro cada día. A menudo me preguntan cómo o cuándo deben hacerlo y se muestran muy inseguros respecto a esta tarea.
El hecho de tener la intención de hacerlo ya es un paso, sobre todo si tenemos en cuenta que las generaciones pasadas ni siquiera se lo planteaban ya que para ellos el sexo era un tabú y les contaban a sus hijos lo mínimo para salir del paso o incluso les hacían callar dejándoles claro que ese tema no se tocaba. Evidentemente, los niños aprendían que era mejor no preguntar a los padres nada sobre sexo.
Actualmente parece que las cosas están empezando a cambiar y las nuevas generaciones de padres, aunque bastante perdidos aún, intentan responder a las dudas de sus hijos sobre sexualidad. Pero ¿por qué les cuesta tanto hablarles de este tema?
Muchos de los motivos tienen que ver con ciertos mitos y falsas creencias que se tienen todavía con respecto a la sexualidad, y si queremos romper el tabú debemos empezar por ser conscientes de ello.
¿Con qué edad se debe empezar a hablar de sexualidad a los hijos?
Con frecuencia observo que algunos padres y madres se preguntan si sus hijos/as serán demasiado pequeños/as aún para hablarles de sexualidad. Suelen pensar que no van a entender lo que se les está explicando y esta idea sirve de excusa para evitar el tema. Craso error porque en realidad cualquier edad es buena, sobre todo si el menor manifiesta interés. Únicamente hay que tener en cuenta que debemos usar un lenguaje sencillo, adaptado a su edad, para responder a sus dudas, y siempre podrá ampliarse la información conforme vaya creciendo.
En relación con la edad, otra idea equivocada que muchos padres tienen es que, si les hablan a sus hijos o hijas sobre sexo, van a perder de algún modo su inocencia y que así están protegiendo su niñez. Otro error, ya que el sexo está por todas partes y no darles respuestas no significa que no vayan a encontrar información por otro lado. Más que protegerles al no conversar con ellos sobre este tema, estamos provocando el efecto contrario. Esto es evidente, por ejemplo, si consideramos que hablarles de sexo es necesario para evitar que se produzcan abusos sexuales hacia menores.
Además, este miedo a que sea pronto para explicarles ciertas cosas a los pequeños está relacionado con el temor a darles demasiada información, a que nuestro hijo hable de ello con sus amiguitos y pueda escandalizar a algún adulto (padres, profesores, etc.). Sobre esto, es necesario que, como padres, tengamos muy claro nuestro derecho y obligación a educar a nuestros hijos, independientemente de la moral de otras personas, por lo que nadie debería llamarnos la atención al respecto, ni eso debería ser motivo para evitar este tema con nuestros hijos.
¿Por qué tengo que hablarle de sexualidad a mi hijo si ya hay información por todos lados?
Algunos padres piensan que no es necesario hablarles de sexualidad a sus hijos porque ya les hablan en el cole o porque pueden obtener la información por otros medios como internet. Esta idea es un error si tenemos en cuenta que la educación sexual que reciben en los centros educativos es muy escasa y que lo que encuentran en otros medios puede ser una información totalmente desacertada.
Además, en este sentido, creer que lo único que necesitan saber los hijos es aquello relacionado con la reproducción y las infecciones de transmisión sexual es un grave error. No podemos equiparar sexualidad con métodos anticonceptivos y olvidarnos de otros aspectos como el placer, la orientación afectiva, el consentimiento o la identidad de género.
Me da vergüenza hablar de sexo con mis hijos
Muchos padres se sienten incómodos hablando de estos temas con sus hijos. Piensan que no sabrán hacerlo bien porque a ellos nunca les hablaron sus propios padres y les preocupa no saber responder a sus dudas de forma adecuada.
Evidentemente la confianza con los hijos no surge de un día para otro, sino que se va construyendo cada día cuando hablamos de sexo con naturalidad, igual que sucede con cualquier otro tema. Debemos verlo como una oportunidad de reforzar la relación paternofilial.
No hay que olvidar que los niños necesitan obtener de nosotros una información correcta y veraz y que, en el caso de no sentirnos preparados para darles respuestas, siempre podemos recurrir a libros y cuentos. Estos pueden ser un importante apoyo para los padres, ya que afortunadamente hoy en día existen recursos de este tipo dirigidos a los niños que enfocan temas relacionados con la sexualidad desde una óptica sana y divertida. Os dejo a continuación algunas recomendaciones:
- El Tesoro de Lilith de Carla Trepat. Un cuento sobre la sexualidad femenina, el placer y el ciclo menstrual. Incluye texto y coloridas ilustraciones cargadas de simbología.
Video «El tesoro de Lilith» de Carla Trepat
- Sexualidad contada para niños y niñas, de la editorial Susaeta.
- El libro rojo de las niñas, de Cristina Romero y Francis Marín.
- ¡Mi cuerpo es mío! Un libro muy útil para enseñar a niños y niñas a rechazar contactos no deseados y prevenir abusos.
- Mi primer libro de sexualidad, de la editorial Libsa.
- No le cuentes cuentos, de Carlos de la Cruz y Mario de la Cruz y recomendado por CEAPA.