La egipcia Nawal El Saadawi, además de escritora, médica y activista, está considerada una de las pensadoras feministas más destacas del siglo XX. Dedicó gran parte de su vida a luchar contra la Mutilación Genital y a denunciar la opresión de las mujeres bajo el islam.
Fallecida recientemente, a los 89 años, nos deja como legado su importante trabajo con más de 50 obras publicadas y su lucha constante por los derechos de las mujeres, motivos más que de sobra para recordarla aquí.
¿Quién fue Nawal El Saadawi?
Nawal nació en 1931 en el seno de una familia acomodada en Kafr Tahl, un pueblo al norte de El Cairo. Con apenas 6 años sufrió en su propio cuerpo la mutilación genital. Según cuenta en su obra autobiográfica La hija de Isis, su comadrona, le practicó la ablación del clítoris convencida de que era voluntad de Dios.
Desde pequeña vio la discriminación que existía en su colegio entre alumnos y alumnas, lo que haría aflorar su gran vocación literaria. Comenzó a escribir historias y relatos en su diario todavía siendo niña.
Se formó en Medicina en la Universidad de El Cairo, licenciándose en 1955 y empezó a trabajar como médica residente en el Hospital Universitario Kasr el Aini. Un año después fue enviada a un Centro de Salud de su pueblo donde, además de observar las desigualdades que enfrentaban las mujeres rurales, tuvo contacto directo con las niñas que sufrían la Mutilación Genital Femenina.
Su especialización en psiquiatría la llevó a ser nombrada directora general de este departamento en el Ministerio de Salud egipcio, donde fundó la revista La Salud y trabajó como jefa de redacción durante tres años, hasta que la cerraron.
En 1977 fundó también la Asociación Africana para la Investigación y el Desarrollo de las Mujeres, de la que fue vicepresidenta durante 10 años.
Su lucha por los derechos de las mujeres hizo que la encarcelaran en 1981 durante tres meses, acusada de crímenes contra el Estado por su crítica al sistema capitalista.
Tuvo que abandonar Egipto tras recibir amenazas de muerte de grupos islamistas y se instaló en Estados Unidos donde impartió clases en la universidad.
Después de varios años, Nawal regresó a Egipto y en 2005, con 74 años, se candidató a la presidencia de su país, a sabiendas de que no sería elegida, con el único propósito de romper el tabú de que una mujer no puede ser presidente.
En 2011, a pesar de sus 80 años, participó de la “Primavera Árabe” (revolución que derrocó al exdictador Hosni Mubarak) y fue todos los días a manifestarse en la plaza Tahrír.
En los últimos años de su vida se dedicó a seguir difundiendo su pensamiento, mostrándose en público siempre con su cabello blanco y sin maquillaje, orgullosa de sus arrugas y de su edad, para reivindicar la belleza natural de la mujer.
Una escritora prolífica
Nawal escribió una gran cantidad de textos feministas, donde desarrolló su pensamiento y criticó abiertamente el sistema patriarcal y el capitalismo. En su obra predomina la denuncia de la situación de las mujeres en general y particularmente en la cultura musulmana. Rompió todo tipo de tabúes hablando de temas como la sexualidad, el aborto, las relaciones de género, la religión, la utilización del velo, el maltrato a las mujeres, la prostitución o el matrimonio infantil.
Su primer libro titulado Mujeres y Sexualidad (1969) fue una de sus obras más polémicas y subversivas. En ella narra el trato humillante que sufren las mujeres en el mundo árabe, así como el miedo de la sociedad hacia el cuerpo femenino. Basándose en su experiencia como médico, el libro detalla aspectos sobre la virginidad, tipos de himen, órganos del aparato genital femenino… Incluso se detiene en el placer de la mujer. Dicha obra fue censurada en Egipto y la llevó a ser despedida de su trabajo como directora del Ministerio de Salud Pública. Pero este texto también la convirtió en la principal voz de la segunda ola feminista en su país (entre los años setenta y ochenta).
Otra de sus novelas más destacadas es La caída del Imán (1987), en la que denuncia cómo los hombres utilizan la religión, la política y la moral para controlar a las mujeres. Esta obra aún está prohibida en Egipto.
También es autora de textos como: Memorias de la cárcel de mujeres (1983), escrita durante su encarcelamiento; el ensayo La cara oculta de Eva (2017); Mujeres y Neurosis (1975), basado en un trabajo de investigación; y la novela Mujer en punto cero (1973), donde cuenta la historia de una prostituta condenada por el asesinato de su proxeneta.
Sus más de cincuenta obras han sido traducidas a decenas de idiomas y abarcan desde novelas a cuentos, relatos cortos, teatro, ensayos, textos autobiográficos y de investigación.
Su lucha contra la Mutilación Genital Femenina
Cada 6 de febrero se celebra el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina. Las Naciones Unidas proclamaron este día con el objetivo de reconocer esta práctica como una violación grave de los derechos humanos, la salud y la integridad de las mujeres y niñas.
Aunque no fue hasta 2008 que se prohibió en Egipto la Mutilación Genital Femenina, Nawal siempre se manifestó abiertamente en contra de prácticas tradicionales como esta, basadas en el control del cuerpo y la sexualidad mediante la veneración de la virginidad y el honor. Ella quebraría dicha costumbre ancestral con sus hijas, que no serían mutiladas como había sucedido con su madre, su abuela, sus hermanas y ella misma. Además, gracias a su trabajo como médico y sus escritos, ayudaría a muchas otras niñas a evitar esta tortura.
En 2008 también fue aprobada una ley en Egipto en contra de la circuncisión masculina, práctica sobre la que también se mostró en contra.
En definitiva, Nawal El Saadawi fue una guía para muchas mujeres en el mundo árabe y su escritura, inconformista y poderosa, dio voz a las mujeres silenciadas e invisibilizadas.
“Las mujeres mutiladas sabemos que el primer órgano sexual del cuerpo es el cerebro. He alcanzado orgasmos con mi mente”.
Nawal El Saadawi
(Entrevista para El País Semanal, 2017)
2 comments
Creo que Ester pertenece a esa categoría extraña de personas en las cuales la Diosa de la sensibilidad posó su mano.
El conocimiento nace en el corazón , y el corazón de Ester es un poderoso sabueso que sigue y desvela las verdades ocultas por las tinieblas de la ignorancia.
Es un placer seguir su pista
El placer es mío, una vez más, por tener la suerte de que me lean personas con tanto interés como el tuyo y que valoren así de bien mi trabajo.
Gracias por tus maravillosas palabras. 🙂