Al escuchar hablar del Museo de la Vagina, es probable que penséis o imaginéis una exposición de arte con un toque morboso o erótico, pero está lejos de la realidad. La idea del Museo de la Vagina va más allá, mostrando un claro deseo de promoción de la libertad femenina y de educación sexual. Un intento más de lucha contra la cosificación de la mujer.
Hablar sobre la vagina debería ser algo natural pero la realidad es que es un tema tan estigmatizado que ni siquiera podemos utilizar esta palabra en nuestras redes sociales para hacer contenidos de educación sexual porque lo más probable es que censuren dicha publicación. Uno de los principales objetivos de este museo es romper con estos tabúes.
¿Cómo surgió la idea y quién fue su creadora?
La creadora de la idea fue Florence Schechter, comunicadora científica. Todo comenzó en 2017 cuando al darse cuenta de que existía una Faloteca en Islandia, donde se exponían cientos de penes de diferentes especies, investigó y comprobó que no existía ninguno dedicado a la vagina. Por tanto, decidió iniciar un movimiento para hacer su sueño realidad. Sueño que logró gracias a una plataforma de crowfunding, recaudando más de 50.000 euros y la colaboración de mil personas. De esta forma, en 2019 surge el primer museo físico dedicado a la vagina, ya que existe uno virtual en Austria, vaginamuseum.at.
En palabras de Schechter su museo será una forma magnifica e ilustrativa de comunicar a todo el mundo el mensaje de que no hay nada vergonzoso u ofensivo acerca de la vagina.
El Museo de la Vagina ofrecerá gran variedad de actividades
El Museo de la Vagina no solo se centrará en realizar exposiciones de arte, será un centro cultural y educativo. Algo que lo diferencia claramente de otros museos de temática sexual es su carácter educativo e informativo. Proyectará películas y llevará a cabo talleres relacionados con la imagen del cuerpo, el consentimiento, la salud y la sexualidad. Además, parte de estas actividades irán dirigidas a menores para evitar que les incomode hablar de sus genitales. Dispondrá de un club de lectura feminista y fomentará todo tipo de actividades que ayuden a facilitar la comprensión de todo lo relacionado con la vagina. Actividades cuyo objetivo es la educación y la desmitificación.
Además, el museo dispone de una tienda donde adquirir preciosos souvenirs diseñados por la misma Florence Schecter. Figuras hechas de crochet y bisutería con forma de vagina, que para su creadora son algo más que recuerdos. Florence pretende que sean un símbolo de su anhelo por conseguir “que nadie se avergüence de ninguna parte de su cuerpo” y portar un objeto que representa la feminidad en sí misma es un primer paso para conseguirlo.
Su entrada será gratuita y su creadora ha declarado que es “inclusivo para todos los géneros” y que quiere difundir un mensaje: “la vagina es una parte del cuerpo que deberíamos celebrar”.
Florence considera fundamental este trabajo, apoyada en varios estudios:
- Un estudio realizado en Inglaterra reveló que una de cada cuatro mujeres evitan pruebas ginecológicas internas, algo fundamental para poder detectar y prevenir el cáncer de cuello de útero, por ejemplo.
- Los resultados de una encuesta realizada dejaron ver cómo la mitad de las participantes eran incapaces de explicar la función de la vagina, la uretra y los labios vaginales.
- Los resultados de un estudio realizado por el centro de investigación Eve Appeal, muestran que a un 65% de las mujeres entre 16 y 25 años le cuesta algo tan simple como pronunciar las palabras vagina o vulva.
Un desconocimiento que es imprescindible combatir, informando y animando a las mujeres a conocer su anatomía genital femenina.
Primera exposición del Museo de la Vagina
El museo de la vagina se inauguró el 16 de Noviembre en el Candem Market, uno de los rincones más céntricos y populares de Londres. Como hemos dicho antes, este innovador museo pretende derribar estigmas y educar en salud vaginal, por lo que el título de su primera exposición temporal no podía ser otro que “Los mitos de la vagina y cómo luchar contra ellos”
En esta primera exhibición el museo aborda muchos de los mitos y creencias erróneas que han existido y existen en torno al órgano reproductor femenino. Su fundadora a través de ilustraciones, montajes, paneles de tampones, compresas y copas menstruales que ha elaborado por ella misma, pretende poner fin a la vergüenza que suscita esta parte de la anatomía femenina en la sociedad actual.
La exposición está presidida por un enorme tampón adornado con lentejuelas rojas que simulan el fluido menstrual acompañado de una copa menstrual a cada lado. Durante el recorrido por el museo se exponen diferentes esculturas o figuras acompañadas de paneles explicativos. Cada panel está presidido por una afirmación o mito que es explicado detalladamente dejando clara su veracidad o falsedad.
Sirviéndose de todos estos medios, trata temas como la apariencia real de la vagina, mitos en torno a la menstruación o la penetración, el vello púbico, cómo debe oler o qué color debe tener la vagina o cómo es el aspecto del flujo vaginal, entre otros muchos temas relacionados con la educación sexual y una vivencia positiva de la sexualidad.
Dicha exposición estará disponible hasta febrero de 2020. Pero seguirá abierto a todo el mundo y abarcando, siempre que le sea posible, temas que le ayuden a derribar estigmas sobre el cuerpo de la mujer y promover la salud vaginal, para abolir la falta de información existente.
“Descubrí que había un museo del pene y que no había un espacio equivalente para la vagina, así que lo creé”
Florence Schechter