A lo largo de la historia, la menstruación ha sido un tema sobre el que han girado ideas muy diversas, con connotaciones generalmente negativas. Desde que el flujo menstrual podía ser nocivo, o la mujer menstruada no debía tocar ciertos alimentos porque los echaría a perder, incluso que fuera peligroso mantener relaciones sexuales durante la menstruación… hasta llegar a apartar a las mujeres que tenían el periodo, y obligarlas a hacer rituales de purificación.
Aunque, hoy por hoy, la mayoría de esas supersticiones nos parezcan ridículas, existen aún creencias falsas que perviven, cuyo origen está en aquellas ideas del pasado (como no poder lavarte durante la menstruación porque se te podría cortar la regla o sangrar más).
La religión ejerció un papel importante en este tema, y llegó a prohibir a las mujeres con el periodo que comulgaran.
También la medicina tuvo mucho que decir sobre la menstruación, la tachó de enfermedad y se recomendaba a las mujeres no realizar ninguna actividad física o mental mientras tuvieran el periodo.
¿Cómo se las han apañado las mujeres, a lo largo de la historia, durante la menstruación?
En el Antiguo Egipto parece que ya usaban papiros ablandados con hierbas para fabricar una especie de tampones rudimentarios. En otras culturas se han usado pieles de animales, toallas, esponjas o paños para absorber la sangre menstrual.
Durante el siglo XIX se inventaron diversos artilugios de ropa interior para contener el flujo menstrual. Se trataba de una especie de cinturones que sujetaban las toallas higiénicas.
Como curiosidad, existe una animación de 10 minutos producida por Walt Disney (“La historia de la menstruación”), un documento educativo sobre la higiene femenina durante el periodo. Parece ser la primera película donde se usó la palabra “vagina”. Puedes verlo aquí en su versión original:
¿Y qué hay de la menstruación actualmente?
Aunque parezca mentira, sigue siendo un tema tabú, no es apropiado hablar de ello en público. Se continúa viendo como algo sucio, vergonzoso…
El hecho de que durante siglos la menstruación fuera vista como una enfermedad, como algo que da mala suerte, que se relacionara con impureza, y que se dictara qué les estaba prohibido hacer a las mujeres mientras tenían el periodo, pervive actualmente en ciertos lugares, no es algo del pasado. En algunas culturas actuales las mujeres que están menstruando continúan siendo aisladas.
En India, según la tradición, las mujeres que están con el periodo tienen que permanecer durante 5 días fuera de casa, en los alrededores o en las afueras de la comunidad, alejadas de su familia. Nadie las puede tocar ni acercarse porque se contaminaría.
Si echamos un vistazo a los medios de comunicación, vemos que la única sangre que está censurada públicamente es la que proviene de la menstruación. Podemos encontrar, en películas o publicidad, mucha sangre de personas heridas o asesinadas, sangre de animales, incluso vampiros chupando la sangre de sus víctimas… Pero la sangre de la menstruación es la única que provoca repugnancia, por lo que no se muestra.
Todas esas creencias que asocian la menstruación con lo malo, esa cultura de la ocultación de la sangre menstrual y del tabú de la menstruación, sin duda, ejerce una influencia en las mujeres sobre su percepción de la menstruación y de su cuerpo.
A menudo las niñas llegan al momento de su primera menstruación con temor: al dolor, a las manchas de sangre, a pasar vergüenza…
La historia nos enseña que no es casualidad que exista el tabú rojo. Queda mucho trabajo por hacer para que las mujeres se reconcilien con sus cuerpos, con su menstruación… y que la sangre menstrual, lejos de ser repugnante, sea vista como la sangre de la vida que se regenera, un símbolo de fertilidad.
Os recomiendo ver este interesante documental para reflexionar sobre este tema:
“La luna en ti»