Antiguamente los padres pensaban que con no hablarle a sus hijos sobre sexo ya estaban protegidos… nada más alejado de la realidad, pues hoy sabemos que la educación sexual es fundamental. Lo mismo sucede con internet: prohibir o ignorar la situación actual no es la respuesta. Los peligros del mundo virtual son tan accesibles para los menores que la única manera de protegerlos es con educación.
La disponibilidad de internet y la creciente participación en redes sociales expone a niños y adolescentes a diversos riesgos (pérdida de la privacidad de los datos, ciberamenazas, contenido pornográfico…) que pueden tener un impacto en su bienestar. El aumento de la ciberdelicuencia y la cibercriminalidad es algo patente y seguirá agravándose en el futuro. Esto pone en evidencia la importancia de que los padres conozcan las actividades online de sus hijos, así como los peligros, para que puedan enseñarles a hacer un uso responsable y seguro de internet.
¿Saben los padres realmente qué hacen sus hijos en internet?
Según datos de una encuesta llevada a cabo por la empresa de ciberseguridad y privacidad digital Kaspersky, entre más de mil padres españoles, casi la mitad de los menores tiene su primer contacto con un dispositivo conectado a internet antes de los 7 años. Sin embargo, el 75% de los padres piensa que sus hijos no tienen información suficiente para un uso responsable de internet y el 41% teme que puedan ser víctimas de violencia o abusos a través de esta vía. De hecho, un 21,5% de los padres ha descubierto a sus hijos hablando con desconocidos en internet y un 12,5% ha visto cómo compartían información personal (como el nombre del centro educativo en el que estudian). Pese a todo, un 24,5 % de los padres no hablado nunca con sus hijos de ciberseguridad.
Dicho estudio también muestra que las aplicaciones que los padres consideran que son las preferidas por sus hijos no son las más populares entre los niños españoles. Esto significa que lo que los padres piensan que sus hijos hacen en internet no siempre coincide con lo que realmente hacen.
Chatbots, una amenaza para los niños que los padres desconocen
Las nuevas tecnologías, y con ello la Inteligencia Artificial (IA), han pasado a formar parte de nuestras vidas. Usando la IA se puede encontrar cualquier tipo de información útil de manera rápida, tan solo escribiendo o pronunciando una frase. A menudo las respuestas de estos chatbots no están contrastadas y su contenido puede ser engañoso, sesgado o dañino. Aún así, menores de todo el mundo tienen acceso cada vez con mayor facilidad a este tipo de sistemas y confían plenamente en ellos como si se tratara de un amigo.
Kaspersky, puso a prueba MyAl, el chatbot de la aplicación Snapchat, uno de los más populares entre los niños. Los expertos llegaron a la conclusión de que se pueden obtener respuestas de tipo sexual sin necesidad de verificar la edad. También, retiene parte de los datos (nombre, email, teléfono) y puede compartirlos con terceros, tal como reconoce su propia política de privacidad.
Además, existen chatbots creados con fines eróticos a los que es muy fácil acceder para un menor simplemente mintiendo con su edad. Un ejemplo de esto sería Boyfriend , diseñado para disfrutar de juegos de rol con contenido sexual y supuestamente solo para adultos, pero que puede utilizarlo cualquiera con un correo electrónico.
Principales ciberamenazas para los menores
Según el estudio El uso de las tecnologías por menores en España, del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI), el 98% de los menores españoles usa internet de forma habitual desde la pandemia y siete de cada diez tiene teléfono móvil. Esto significa que muchos pueden tener que enfrentarse a alguna de las siguientes ciberamenazas:
- Ciberbullying, acoso con mensajes, vídeos o fotos que atentan contra la integridad del menor y son compartidos entre varias personas.
- Phishing, notificaciones falsas de bancos u otras entidades con el objetivo de hacerse con contraseñas o números de tarjetas de crédito.
- Malware, consiste en un tipo de software diseñado para provocar daños en los equipos y sistemas informáticos, que se instalan habitualmente a través de archivos maliciosos, links fraudulentos o al descargar aplicaciones o juegos.
- Grooming, acción en la que un adulto inicia una comunicación online con un menor con el objetivo de ganar su confianza y establecer una relación emocional. Según datos del Ministerio del Interior, en 2022 se presentaron 954 denuncias por delitos sexuales cibernéticos que tenían como víctima a un niño, niña o adolescente, lo que representa el 84% del total de este tipo de delitos.
Consejos para una navegación segura y responsable
Antes de nada, debemos tener en cuenta que las pantallas cuanto más tarde mejor. Sobre cuándo dar el primer teléfono móvil, los expertos recomiendan retrasar esta edad hasta los 14 años y acompañarlo de un contrato familiar en el que se establezcan normas de uso del dispositivo.
Dicho esto, algunas medidas orientadas a los padres, para reducir los riesgos de los menores, son:
- Estar informados en materia de ciberseguridad y participar en las actividades online de los pequeños desde el principio para enseñarles a navegar de forma segura.
- Explicar a los niños los conceptos básicos de seguridad y privacidad online para evitar que compartan información personal, así como que deben pedir ayuda para configurar los ajustes de privacidad (los progenitores deben conocer las políticas de privacidad de las aplicaciones).
- Utilizar software de control parental en los dispositivos o programas de seguridad que incluyan el filtrado de contenido, bloqueo de sitios web inapropiados y otras herramientas para proteger a los niños mientras naveguen por internet.
- Explicar las normas del mundo digital, incluyendo el tener una actitud respetuosa con los demás o pedir ayuda a un adulto si se sienten incómodos ante determinadas situaciones.
En definitiva, supervisión, protección y educación parental.
