La menarquia consiste en la llegada de la primera menstruación y se debe al comienzo de la producción de hormonas sexuales por los ovarios. Forma parte de un periodo de transición entre la niñez y la etapa adulta, conocido como pubertad, y suele ir acompañado por la aparición de los caracteres sexuales secundarios, como crecimiento de los senos y surgimiento de vello en el pubis y otras partes del cuerpo.
Por lo general, sucede en las niñas alrededor de los 12 años, aunque esta edad puede variar mucho de unas a otras dependiendo de diversos factores (genéticos, socioeconómicos, ambientales…), pudiendo extenderse incluso desde los 9 hasta los 16. En el pasado la menarquía se producía a una edad más avanzada, mientras actualmente parece que se está adelantando. En cualquier caso, si a los 16 años la niña no ha tenido su primer periodo menstrual, es conveniente consultar con el médico.
¿Cómo debemos tratar la llegada de la primera regla en las niñas y cómo aportarles la información necesaria para que estén preparadas? Vamos a verlo a continuación.
Sobre quién debería hablarles de este tema, no importa si se trata del padre, la madre, la abuela… Lo importante es que sea una persona de la familia cercana, con quien la niña tenga confianza para hablar de ello de forma natural, y lo haya hecho a lo largo de toda su infancia, cada vez que se hayan presentado dudas de cualquier índole.
Se le debe explicar a la niña que, a partir de ese momento, la menstruación llegará aproximadamente cada 28 días, aunque es normal que los primeros meses sus ciclos sean más irregulares.
Es conveniente solventar todas sus dudas y eliminar temores, aportando información veraz sobre cómo funciona el ciclo menstrual. Por ejemplo, hacerle saber que el flujo menstrual no es más que restos de la descamación del endometrio (pared interna del útero) que se había preparado para albergar al óvulo fecundado.
En cuanto a la higiene, es fundamental darle a conocer los diferentes métodos que podrá usar durante la menstruación, como son las compresas, los tampones o la copa menstrual.
Sobre los tampones, concretamente, es necesario que las chicas sepan, por un lado, que del mismo modo que absorbe la regla, también lo hace con el flujo vaginal, por lo que no son muy saludables. Por otro lado, hay que prevenirlas del Síndrome de Shock Tóxico pues, aunque sucede en raros casos, es muy peligroso.
Actualmente, la copa menstrual es el método más económico, ecológico y saludable. Puede ser usada a partir de la primera regla, pero requiere un buen conocimiento del cuerpo.
Hay que tener en cuenta que, llegando a cierta edad, en cuanto comienzan a vislumbrarse los primeros cambios físicos de la pubertad, la menarquía puede aparecer en cualquier momento y en cualquier lugar (el instituto, la calle…), por lo que quizá no está de más llevar alguna compresa siempre a mano o disponer de ellas en casa para cuando sean necesarias.
Por otro lado, es importante no atemorizar a la niña sobre la menstruación, pues no tiene por qué ser dolorosa, si bien es normal sentir algunas molestias (debido a las contracciones del útero para soltar el revestimiento del endometrio). En el caso de que se tengan dolores fuertes lo ideal es consultar con el médico antes que automedicarse.
Se debe enfocar este suceso en la vida de la niña desde una visión donde se destaque que se trata de algo bueno, que significa que va desarrollándose de forma sana y que en un futuro tendrá la posibilidad de ser madre. Quizá sea un momento tan bueno como cualquier otro, para hablarle sobre métodos anticonceptivos.
Guía sobre primera regla de Somos Nosotras
Por último, recordar que a veces se trasmite la idea errónea de que la menstruación convierte a una niña en mujer. Sin embargo, este hecho es puramente físico y acontece de un día para otro, en cambio la madurez mental es un proceso lento en el desarrollo psicológico de la persona e implicará toda la adolescencia.
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