Como cada año, el mes de junio se ha celebrado el orgullo LGBT, aunque esta vez ha tenido que ser en su mayor parte de manera virtual, debido a la pandemia de coronavirus. Las redes sociales han estado plagadas de muestras sobre lo mucho que queda por conseguir por parte del colectivo, pero también es importante recordar todo lo alcanzado y gracias a quienes ha sido. En este sentido, Google ha querido poner su granito de arena, rindiendo homenaje con su doodle a una de las activistas que tuvieron mayor implicación en el origen del orgullo, Marsha P. Johnson.
¿Quién fue Marsha P. Johnson?
Malcolm Michaels Jr. fue el nombre que recibió al nacer, en 1945, en Nueva Jersey. Sin embargo, después de graduarse se mudó a Nueva York, donde cambió su nombre por el de Marsha P. Johnson. La P de “Pay it no mind” (¡qué te importa!) representaba su respuesta a quienes cuestionaban su género.
Marsha se refería a sí misma como drag queen y su vida giró entre su trabajo como activista por los derechos LGBT y artista performativa.
Pasó mucho tiempo sin hogar, durmiendo en la calle, y se transformaba en drag queen poniéndose flores en el pelo y vestidos que encontraba en tiendas de segunda mano o en la basura.
Era una figura muy conocida en Nueva York, ya que solía estar por la calle Christopher y la gente se paraba a hacerse fotos con ella. Los que la conocían cuentan que su carácter amable y generoso hacía que todo el mundo la amara.
En los años 70 recibió una oferta de Hot Peaches, una compañía de teatro de artistas drag, con la que Marsha cantaba y aunque lo hacía fatal el público la adoraba.
Como mujer negra, trans y prostituta sufrió mucha violencia y fue arrestada numerosas veces por prostituirse.
Marsha apareció muerta en el río Hudson en 1992 y aunque la policía dijo que había sido un suicidio, sus amigos no acreditaron en esta versión. Cientos de personas acudieron a su funeral.
El 30 de junio de 2019 fue honrada póstumamente como Gran Mariscal de la Marcha del Orgullo de la Ciudad de Nueva York.
Stonewall y el inicio del orgullo
En 1969, cuando comenzaron los enfrentamientos con la policía en el bar Stonewall Inn, Marsha se unió a Jerry Hoose, fundador del Frente de Liberación Gay.
Según cuenta David Carter en su libro Stonewall, Marsha estuvo involucrada en el inicio de los disturbios en la noche del 28 de junio. La leyenda dice que gritó ¡tengo mis derechos civiles! y arrojó un vaso de chupito contra un espejo.
Al día siguiente Marsha caminaría en el desfile del orgullo en representación del colectivo trans. Aunque en los primeros años muchos gays no querían que “travestis” como ella o su amiga Sylvia Rivera encabezaran el desfile porque las veían como una mala representación. Sin embargo, en 1980 Ed Murphy subió a Marsha al auto de Stonewall y la puso al frente del desfile. Pero a Marsha no le importaba caminar en el desfile y así lo hacía todos los años. Decía que no había nada que celebrar y que mientras una sola persona gay tuviera que caminar por sus derechos, todos deberían caminar por los derechos de los homosexuales.
Musa de Andy Warhol
La leyenda de Marsha fue tal que llamó la atención del artista Andy Warhol, quien tomó fotos de ella e hizo un grupo de serigrafías llamado “Ladies and Gentlemen” (1975). Warhol la retrató rubia con una cola de caballo, sonriente y llena de glamur. Dicho retrato muestra su generosidad y su sentido de libertad a pesar de la violencia y el trauma que marcaron su vida.
Del mismo modo que en el retrato de Andy Warhol, Marsha casi siempre aparece en las imágenes que se conservan de ella con una gran sonrisa. Tal vez ese fue su escudo para protegerse de una sociedad transfóbica.
Activismo por la comunidad trans negra
Si por algo se recuerda a Marsha es por haber iniciado un movimiento para exigir respeto y justicia por los derechos de la comunidad trans negra. Al año siguiente del levantamiento de Stonewall, Marsha y Sylvia Rivera fundaron STAR (Street Transvestite Action Revolutionaries), el primer refugio para jóvenes transgénero sin hogar.
Marsha conseguía que la gente la escuchara y por eso su activismo fue tan importante. Ella mejor que nadie sabía que la comunidad transgénero corría mayor riesgo de sufrir pobreza, violencia y discriminación.
Además, dio visibilidad a las personas con VIH. Muchos amigos de Marsha contrajeron el virus, incluida ella misma, quien participó del movimiento ACT UP para luchar contra el SIDA.
Documental «Pay It No Mind – The life and times of Marsha P. Johnson» (en inglés)
Marsha no sólo fue alguien importante para la historia LGBT, sino también para la historia negra. El Instituto Marsha P. Johnson (MPJI) fue creado en su honor para dar voz a la comunidad trans negra.
Sin duda, Marsha P. Johnson es un icono indiscutible de Nueva York, que luchó por una mayor visibilidad y aceptación de la comunidad trans y fue inspiración de la generación de activistas que la siguieron.
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Imagen de portada Marsha P. Johnson y Silvia Rivera por Gary LeGault