Te despiertas sin alarma, abres los ojos con una sonrisa que ni sabes que esbozas y te das cuenta que tus manos aún trastean por debajo de tu cintura. Toda húmeda, feliz, relajada como quien acaba de disfrutar de un estupendo orgasmo. Y por lo visto ha sido así. Ha sido eso pero en sueños. Como en otras muchas ocasiones algún sueño erótico te ha hecho gozar lo suficiente para encontrarte de ese modo. Y piensas. Intentas recordar ese maravillo sueño. Ese amante que ha conseguido que vayas a levantarte con alegría… ¡Hasta que de repente, por fin, lo recuerdas! ¿Quééééé? ¡No es posible! ¡Si estabas soñando que el que te tenía en su cama era tu anterior jefe! ¡No puede ser! ¡El hombre más antipático y más desagradable físicamente que conoces, te ha hecho llegar al éxtasis en sueños! ¿Por qué? ¿Cómo puede ser que sucedan esas cosas en nuestra cabeza?
Seguro que todo tiene una estupenda explicación científica. ¡Cuánto psicoanalista tendría mil razones para argumentar al detalle que una persona que no te interesa en absoluto cuando estás despierta, te puede inducir a tener unos sueños eróticos fabulosos! Habrá muchas razones y muchas teorías para dejarlo claro, pero a la práctica, no me digáis que no es lo peor que os puede pasar. Y reconozco que no es la primera vez que me pasa. Pensando en todo esto me ha venido a la cabeza que me ha sucedido también con algún familiar que aborrezco, con personas concretas de mi mismo sexo que nunca me han atraído o incluso con algunos cantantes famosos que no he escuchado conscientemente en toda mi vida. Pese a que soy la primera en apuntarse a disfrutar del buen sexo en cualquier formato, este sueño de hoy me ha superado y me he puesto a investigar un poco sobre el tema. Hay quienes aseveran que es una llamada de atención a tu forma de vida superficial y que estás juzgando a algunas personas y tienes demasiados prejuicios. Otros opinan que estás pasando por una situación general de estrés y que te centras en los que de algún modo odias. También he podido leer que puedes necesitar fusionar en tu personalidad una cualidad que en el fondo admiras de esa persona que crees tu enemiga y que lo que quieres en realidad no es una unión sexual sino psicológica. Cuando la relación onírica la has tenido con algún componente de tu familia política, lo cual sucede por lo que he preguntado a mis amigos con mucha frecuencia, es porque no te sientes aceptado del todo y estás preocupado buscando un modo de integrarte.
¿Quién me iba a decir a mí que un día renegaría de haber tenido un maravilloso y apasionado sueño erótico? Porque aunque pueda llegar a entender a mi subconsciente, me parece fatal haber disfrutado tanto con las caricias de un jefe que me lo hizo pasar muy mal y terminó dejándome en la calle sin motivos. Y necesitaré mucha terapia alternativa a esa “no-pesadilla” para que se me pase el disgusto que tengo encima desde que empecé a recordar los detalles. Así que lo mejor para aliviar mi ansiedad va a ser que llame a algún amigo de los que me han alegrado la vida siempre y quede con alguno bien guapo que quiera quedarse a dormir conmigo esta noche. Estoy convencida de que si me duermo entre los brazos de un hombre atractivo y simpático que me haya hecho reír mucho mientras me follaba no volveré a tener sueños eróticos tan negativos. Al menos por esta noche…
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