El lenguaje del amor es universal. Y quien diga lo contrario no ha vivido nunca un amor apasionado con alguien de otro país con quien tuviera que hacerse entender por señas o por dibujos en las servilletas de los bares. Y es una experiencia muy divertida, complicada, pero más emocionante a veces que las que puedes tener con gente que habla tu mismo idioma. Aunque si lo pensamos bien, ni siquiera compartiendo lengua materna somos capaces muchas veces de interpretarnos adecuadamente los unos a los otros. Pero bueno, a lo que vamos. Yo he tenido varios amantes extranjeros por distintas circunstancias y siempre han sido relaciones con un punto extra de dificultad que le daban emoción. Partiendo de la base de que mi nivel de inglés, por hacer referencia al idioma más universal junto con el español, no excede de lo aprendido en la enseñanza obligatoria, lo que nadie va a discutirme es que cuando otra persona te besa apasionadamente, te llena los labios de pequeños mordisquitos o te envuelve con manos firmes, lo de menos es cómo se comunique verbalmente. Y por supuesto, unos jadeos bien exhalados así como un buen grito en el momento del orgasmo no tienen países, banderas, ni lenguas maternas. En esas cuestiones, todos nos entendemos perfectamente.
Sin embargo, hoy en día, que los métodos de relacionarse han avanzado tanto, es posible que ya no te encuentres ligando en la barra de una discoteca, sino que lo estés haciendo por Internet. Quizás con alguna de esas miles de aplicaciones que existen para encontrar una pareja estable o eventual o simplemente para disfrutar de la vida y de tu cuerpo con alguien más. Y entonces, si eres de las que gustan de contrincantes que puedan aportarte otra visión del mundo y la lingüística y te enredas en chatear con un francés, un portugués, un italiano, o lo que surja, tendrás que aplicarte más a la hora simplemente de excitaros el uno al otro. Porque yo no sé cómo explicar por teléfono en inglés básico a un alemán que yo no quiero irme a vivir a Centroeuropa y que lo que me encanta es que me hagan el amor sin quitarme las bragas. Lo que es innegable, es que la ventaja de poder mandarse fotos subidas de tono ayuda lo suficiente como para ahorrarte tener que estar con el traductor de Google para que quede claro lo que estás buscando. Porque reconozcamos que poner cachondo a un hombre por whatsapp con fotos sugerentes o explícitas no conoce fronteras; que yo admitiré que cuando me mandan una foto hecha con estilo de un culo bien redondo y duro a mi me pone como una moto. Clarísimo queda que lo mínimo que te puedes llevar de estas nuevas formas de enrollarse virtualmente, si luego los encuentros físicos en un mismo tiempo y lugar no dan los resultados esperados, es que siempre practicas un poco los idiomas, cosa que nunca está de más. Sin duda se pone más interés que en clases particulares y lo haces con mayor esfuerzo por buscar la corrección gramatical que cuando ligas cara a cara. Todos ganan.
Así que voy a seguir “whatsappeando” con mis chicos internacionales que estoy a punto de concretar varias citas y no quiero confundirme y que se me superpongan. Que a mi en la vida real tanto como en la virtual, me gustan mucho los hombres pero de uno en uno.
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