La anticoncepción es uno de los temas que más suele preocupar y una de las consultas más frecuentes a los especialistas en sexualidad. ¿Qué métodos anticonceptivos existen? ¿Qué método anticonceptivo usar? ¿Cómo usar los distintos métodos anticonceptivos? ¿Dónde acudir para que me lo expliquen? Son algunas de las muchas preguntas que nos llegan.
Pues bien, quiero empezar diciendo que el fin último de los anticonceptivos es la planificación, ya que su función es evitar un embarazo no deseado. Creo que hoy en día la gran mayoría estaremos de acuerdo en que tener hijos es una elección y no algo que se deje al azar. Y más aún si no tenemos una pareja estable, en cuyo caso las dudas relacionadas con la anticoncepción se resuelven fácilmente. Si no tienes pareja estable, la mejor e, incluso yo diría, la única opción es el preservativo, ya que es el único método que evita el embarazo y previene las ITS (infecciones de transmisión sexual).
En caso de ser una pareja estable, cada vez son más las opciones de anticoncepción que nos encontramos, lo que hace que surja la duda sobre qué anticonceptivo usar o elegir. La respuesta va a depender de cada caso particular. Siendo lo ideal que la pareja lo hable y acuda a un especialista o a su médico para que le oriente sobre las mejores opciones según sus necesidades.
Es cierto que existen multitud de métodos para la anticoncepción, pero si nos paramos a pensar la gran mayoría van dirigidos al uso por parte de la mujer: preservativo femenino, pastillas anticonceptivas, DIU, anillo vaginal, parches, diafragma, ligadura de trompas, etc. Y la mayoría con variados efectos secundarios: subida de peso, hinchazón, dolores de cabeza, cambios de humor…
Sin embargo, si buscamos anticonceptivos para el hombre, ahora mismo, solo encontraremos el preservativo y la vasectomía. Algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta que hasta hace poco se ha creído que la mujer es la responsable, ya que es la que se queda embarazada. Pero la realidad es, como he dicho antes, que la anticoncepción no es una cosa de hombre o mujer, sino de ambos. Ambos son responsables de la sexualidad en pareja y, por tanto, el método anticonceptivo debería elegirse en pareja.
Por otro lado, tengo que decir que cada vez son más los hombres que se preocupan e intentan informarse sobre sus opciones en cuanto a anticoncepción. De hecho, desde hace más de medio siglo se están llevando a cabo investigaciones para conseguir un anticonceptivo eficaz para el hombre, aunque el miedo de las farmacéuticas a que la venta no sea buena y a sus efectos secundarios (como si los anticonceptivos femeninos no los tuvieran, pero bueno…) han hecho que no se llegue a comercializar.
Opciones de anticoncepción masculina que se están investigando:
- La píldora anticonceptiva masculina (sería la equivalente a la píldora femenina): Se ha investigado que hormonas como la testosterona, progestina y andrógenos consiguen la inhibición de la producción de esperma. Ha sido la opción que ha estado más cerca de la comercialización, pero el bajo interés de las farmacéuticas y los efectos secundarios que presentaban los participantes en la investigación (que tengo que decir que son muy parecidos a los que sufrimos las mujeres tomando la píldora), ha hecho que este intento fracase.
- Gel de testosterona, NESTORONE: Se está investigando en la actualidad por Population Council y los Institutos nacionales de salud de los EEUU. Pero tiene el mismo problema que el anterior, sus efectos secundarios, por lo que todo apunta que se encontrará los mismos obstáculos que la píldora. Aunque están intentando crear un gel que contenga menos testosterona para así conseguir una disminución de esos efectos indeseados. Pulsa aquí para acceder al enlace a la investigación.
- Compuesto sintético derivado de la ouabaína, alternativa no hormonal: El Journal of Medical Chemistry ha publicado un estudio que presenta un método para disminuir la capacidad de los espermatozoides para moverse o nadar con eficacia, a base de plantas naturales. Afirmando que “Brinda la oportunidad adicional de interferir con la fertilidad masculina, minimizando otros efectos secundarios tóxicos”. El gran inconveniente es que ahora mismo solo se está investigando en ratones por lo que el proceso para desarrollar un producto que pueda llegar al mercado puede durar décadas. Con el problema añadido de que sea apoyado o no por las farmacéuticas.
Como podéis comprobar son muchas las investigaciónes en torno a la anticoncepción masculina. Ahora sólo nos queda esperar que las farmacéuticas y los efectos secundarios dejen de ser un impedimento para su desarrollo y comercialización. Para ello es fundamental que se deje de pensar que las mujeres son las que se quedan embarazadas y que no es negocio invertir dinero para que los hombres asuman el papel que ahora tienen las mujeres.
“La relación de pareja es responsabilidad de ambos”
Heidi Seidl
