A menudo se relaciona la seducción con tácticas de engaño o engatusamiento para llevarse a alguien a la cama, haciendo alusión a hombres que se hicieron famosos como grandes seductores. Sin embargo, aquí vamos a hablar del verdadero juego de la seducción que se lleva a cabo entre dos personas adultas, de manera libre, cuando crean un clima erótico entre ambos y lo saborean al máximo, conquistándose mutuamente.
La seducción es una excelente arma para aumentar el deseo e intensificar así el placer sexual. De manera que estos juegos se usan con frecuencia al comienzo de una relación para conquistar a quien deseamos. Pero, cuando se está con la misma persona un largo tiempo, comenzamos a olvidarnos de seducirla, damos por hecho que nuestra pareja va a desearnos siempre, lo que es un error.
Lo juegos de seducción pueden durar minutos, horas, días… Al final de lo que se trata es de cultivar los sentidos, mientras posponemos la relación sexual y creamos un ambiente idóneo.
¿Qué elementos forman parte de la seducción?
– Lenguaje verbal y no verbal
El primer elemento para seducir comienza cuando queremos demostrar interés hacia esa persona y establecer una conexión con ella. Entonces ponemos en marcha una serie de señales a través de nuestro lenguaje corporal, intentamos captar su atención a través de miradas y hacemos crecer el interés por medio de la conversación. El tipo de lenguaje que usemos y cómo lo usemos puede hacer subir la temperatura. Esto es aplicable también a otros medios de comunicación como mensajes de móvil (chat, e-mail…).
– Crear ambiente.
No hay nada que seduzca más que situarnos en un escenario confortable, romático y sensual, donde se hayan preparado a conciencia las luces (tenues, velas…), la temperatura (chimenea, manta…), el aroma (incienso…), la música, los detalles (flores, bombones, vino, juguetes sexuales…), y podamos relajarnos al máximo (baño, masaje…).
– Besos y caricias
Besar es todo un arte a través del que podemos expresar nuestro deseo y hacer derretirse a nuestra pareja. Para ello es importante prestar atención a algunos detalles como la higiene (que no nos huela mal el aliento), saber hacerlo poco a poco, combinándolo con las caricias, sujetando con suavidad a la otra persona, comenzando por el cuello, los hombros…
– Desnudar y desnudarse.
Seducir no es sólo quitarnos la ropa, también tiene mucho que ver con ponérnosla, con vestirnos para la ocasión, sorprender tal vez a la otra persona con una prenda íntima que tal vez no se esperaba. Pero, por supuesto, seducir es saber desnudarnos y saber desnudar a la otra persona, ir poco a poco, tener paciencia, hacerlo por turnos, alternando caricias y besos.
Como vemos dentro de los juegos de seducción hay que prestar atención a todos nuestros sentidos (olfato, gusto, tacto, oído y vista). Es decir, a través del olor también se seduce, o del sabor (si preparamos una comida especial para la otra persona, por ejemplo), o el modo en que tocamos, hablamos o miramos a nuestra pareja, todo eso son señales que enviamos para seducirla.
No debemos olvidar que la seducción es un arma tanto de hombres como de mujeres (esa actitud machista de que son ellos los que deben tomar la iniciativa ya pasó a la historia), y forma parte de cualquier relación ya sea heterosexual, homosexual… Por tanto, cada persona debe conocer sus puntos fuertes para seducir y trabajar con ellos.
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