Henrietta Lacks murió por causa de un cáncer de cuello uterino, mientras que, curiosamente, sus células se convirtieron en la primera línea celular “inmortal” y permitieron avances científicos incalculables, como el de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), justo el principal causante del cáncer cervical.

La historia de Henrietta está unida a la de la ciencia médica, como la de muchas otras mujeres negras que, sin saberlo, fueron decisivas para su desarrollo. Este es el legado de una mujer cuyas células siguen salvando vidas hoy en día.
¿Quién fue Henrietta Lacks?
Se la conoce como Henrietta Lacks, aunque nació como Loretta Pleasant en 1920, en Virginia (Estados Unidos). Fue una mujer afrodescendiente, de raíces humildes, que tuvo 5 hijos.
En 1942 Henrietta se mudó a los suburbios de Baltimore junto con su familia. La casualidad quiso que viviera a tan sólo unos kilómetros del laboratorio del doctor George Gey, quien se dedicaba a estudiar la cura para el cáncer a través de las células humanas.
El 1 de febrero de 1951 Henrietta fue llevada al hospital de John Hopkins, por presentar sangrados vaginales intensos y dolores abdominales. Falleció en octubre de 1951, con apenas 31 años.
Durante el tiempo que estuvo hospitalizada se retiraron muestras de tejido tumoral para biopsia y se descubrió que estas células tenían cualidades extraordinarias, pues se mantenían vivas fuera del cuerpo humano (de ahí que se las considere “inmortales”) y podían ser cultivadas infinitamente. Así se convirtieron en las primeras células humanas que podían desarrollarse en laboratorio y se las conoce como “HeLa” por ser las dos primeras letras de su nombre y apellido.
No fue hasta 1973, que los familiares de Henrietta supieron sobre la existencia de dichas células. De hecho, como la retirada de la muestra de tejido se hizo sin autorización, que era lo habitual en aquella época, la familia Lacks lleva años luchando por una compensación económica.
Desde entonces las células de Henrietta Lacks se han multiplicado por billones en laboratorios de científicos de todo el mundo.
¿Por qué son tan importantes las células HeLa?

Las células de Henrietta Lacks se usaron para algunos de los descubrimientos más significativos de la medicina moderna: desde la vacuna para la poliomelitis y contra el VPH; pasando por innumerables tratamientos médicos como fármacos para el cáncer y el VIH; estudios sobre los efectos de la radiación y el genoma humano, así como hemofilia, leucemia, Parkinson, fertilización in vitro, etc. Incluso más recientemente han sido utilizadas para la investigación en la vacuna contra la Covid-19.
Multitud de laboratorios han experimentado con las HeLa y se han distribuido por el mundo para miles de estudios científicos, de tal modo que se trata de la línea celular humana más ampliamente utilizada en investigación biológica.
Un libro y una película
La vida inmortal de Henrietta Lacks (2010), así se llama el libro publicado por la periodista y escritora científica, Rebecca Skloot, que documenta la historia de la familia Lacks y la línea celular HeLa.
Parte de las ganancias de la venta de este libro son donadas a la Fundación Henrietta Lacks (fundada por la propia Skloot), que se dedica a brindar asistencia financiera a personas y familias sin recursos que han realizado contribuciones importantes a la investigación científica sin su conocimiento o consentimiento.
El bestseller fue adaptado para crear la película de HBO (2017) que lleva el mismo nombre (The immortal life of Henrietta Lacks), producida por Oprah Winfrey y Alan Ball.
«La vida inmortal de Henrietta Lacks» HBO
Subtitulado por ArgenFlix
Reconocimiento póstumo de la OMS
El pasado octubre de 2021, el director general de la Organización Mundial de la Salud otorgó a Henrietta Lacks, con motivo de los 70 años de su muerte, un premio póstumo en reconocimiento de su vida, su legado y su contribución a la ciencia médica.
Dicho reconocimiento tenía el objetivo de promover la equidad racial en la salud y la ciencia y destacar la contribución que muchas mujeres, en especial de color, han hecho a la ciencia aún sin saberlo.
Pretendía, además, subsanar el hecho de que la comunidad científica hubiera ocultado durante años el color de piel de Henrietta. Así como denunciar las desigualdades raciales en investigación y salud, pues, si bien las células HeLa fueron decisivas para crear la vacuna contra el VPH, hoy en día las mujeres negras siguen muriendo, de forma significativa, en mayor proporción que las blancas, por cáncer de cuello uterino, debido a la falta de acceso a esta vacuna, principalmente en países como África.
“La lucha por la eliminación del cáncer de cuello uterino forma parte de la lucha más amplia por los derechos humanos”.
Dr. Groesbeck Parham