Los problemas relacionados con la erección, por un lado, y la eyaculación, por otro, suponen los motivos de preocupación principales, en relación al sexo, para la mayoría de los hombres. Por ello, en esta ocasión vamos a centrarnos en aquellos referidos a la eyaculación, que son básicamente tres, denominados eyaculación precoz, retardada y retrógrada. Vamos a verlos detenidamente.
Eyaculación Precoz
Se trata de una queja frecuente en muchos hombres.
Básicamente consiste en eyacular antes de lo deseado. Sin embargo, su definición es un poco compleja, ya que no puede basarse en un tiempo exacto ni en la total voluntad del hombre (a menudo se tienen expectativas poco realistas sobre la duración del coito debido a la pornografía).
Kaplan definió la eyaculación precoz como aquella en la que el hombre es incapaz de ejercer un control (razonable) sobre su reflejo eyaculador, con el resultado de que una vez está excitado sexualmente alcanza con mucha rapidez el orgasmo.
Muchos hombres se sienten inseguros debido a la falsa creencia de que tras la eyaculación masculina se acaba la relación sexual. Sin embargo, esto no debería ser así.
Las causas de la eyaculación precoz suelen ser de carácter psicológico y debido a un aprendizaje erróneo. Esto se debe a que a menudo los adolescentes llevan a cabo sus primeras masturbaciones a escondidas, con cierto temor a ser descubiertos, y tal vez con sentimientos de culpabilidad. Estas experiencias facilitan que la eyaculación suceda de manera rápida. Posteriormente, otros factores como la ansiedad, la inseguridad y la baja autoestima, pueden agravar el problema.
La buena noticia es que se trata de un problema que tiene solución gracias a la terapia sexual. Los fármacos que retrasan la eyaculación, así como ciertos lubricantes anestésicos, pueden resultar útiles como parte del tratamiento, pero no solucionan la eyaculación precoz por si solos.
Eyaculación Retardada
Este problema supone el caso contrario al anterior y afecta a bastantes menos hombres, aunque en diferentes grados. Mientras a algunos simplemente les cuesta eyacular, otros no lo consiguen en modo alguno, o sólo les sucede con el coito (pero no con la masturbación), o con una persona determinada, etc.
Cuando únicamente sucede en ciertos casos, es decir, de manera situacional, suele deberse a causas psicológicas (generalmente relacionadas con la ansiedad). Esto es lo habitual y puede solucionarse con terapia sexual.
Existen algunas causas orgánicas que pueden dar lugar a este problema (aunque esto ocurre raramente), debido a lesiones neurológicas o como efecto secundario a determinados fármacos.
Eyaculación Retrógrada
Por último, debemos recordar que, aunque orgasmo y eyaculación suelen ir de la mano, el hecho de que un hombre eyacule, no significa que haya tenido un orgasmo y viceversa.
Algo así sucede con la eyaculación retrógrada, en la que se produce el orgasmo, pero no parece haber eyaculación (al menos no externa), ya que el semen refluye hacia la vejiga y se expulsa posteriormente con la orina.
Que suceda esto no debe ser motivo de preocupación, ya que suele deberse a la extirpación de la próstata como efecto secundario a ciertos medicamentos. Por lo general, no necesita tratamiento, si bien afecta a la fertilidad del hombre, haciendo necesario el uso de técnicas de reproducción asistida.
Finalmente, destacar que los problemas relacionados con la eyaculación, en su mayor parte, se deben a factores de tipo psicológico que giran en torno a ideas erróneas sobre la sexualidad, que causan una presión en el hombre muy negativa. Debemos empezar por dejar de centrar las relaciones sexuales en el coito y en la búsqueda del orgasmo.