Si os hablo de excitación acompañada de varios orgasmos diarios el resto de vuestra vida, seguramente os resulte apetecible, ¿verdad? Pero, ¿y si esta excitación es permanente, no deseada y el orgasmo aparece repentinamente en situaciones tan cotidianas como trabajando, comprando o en un funeral? Ya no resulta tan placentero, ¿a qué no?
Ahora os preguntaréis, ¿Esto es posible? Sí, y recibe el nombre de Síndrome de Excitación Sexual Persistente (PGAD). Un trastorno infrecuente, poco conocido y relativamente reciente.
Sólo se han diagnosticado unos 1000 casos en todo el mundo, pero también es cierto que la falta de investigación y el desconocimiento hacen difícil contabilizar los casos reales. De hecho, en muchos casos ni la propia persona que lo sufre sabe lo que le está pasando, resultándole realmente traumático. Fue descrito por primera vez en 2001 por las investigadoras Sandra Leiblum y Sharon Nathan y en 2003 fue considerado oficialmente una disfunción sexual.
Su característica principal es una excitación continua, incontrolable y no relacionada con el deseo. Hay tensión genital y excitabilidad, pero sin deseo sexual ni estímulos desencadenantes, lo que hace que el orgasmo pueda llegar en el momento y lugar más inadecuados sin poder evitarlo. Por tanto el placer de tener un orgasmo se convierte en frustración, culpa o vergüenza.
Además, la necesidad de satisfacer la excitación persistente o incluso el dolor que puede llegar a generar, afecta a todos los ámbitos de la vida de la persona que lo padece. No siempre desemboca en un orgasmo y, si lo hace, la sensación de excitación genital no desaparece. Resultando una sensación bastante desagradable y molesta. Todo ello puede terminar provocando el rechazo de las relaciones sexuales, malhumor y evitación de situaciones sociales.
No se debe confundir con hipersexualidad (ninfomanía) ni con multiorgasmia. En este caso, la excitación no se alivia con el orgasmo y las sensaciones lejos de ser placenteras, resultan molestas y desagradables. Además se percibe como algo ajeno, no deseado, negativo e intrusivo.
Es más conocido en mujeres, de hecho no se han documentado casos en hombres, excepto uno, el Caso Decker.
Dale Decker, un estadounidense de 37 años, desarrolló este trastorno en 2012 tras una caída en la que se le desplazó una vértebra. En una entrevista para Bancroft TV (un canal de televisión por internet) contaba:
“Imagínatelo: es el funeral de tu padre y estás arrodillado junto a su ataúd, despidiéndote para siempre de él. De repente, tienes nueve orgasmos. Justo ahí, cuando toda la familia está de pie detrás de ti”. Este síndrome le hace tener unos 100 orgasmos al día, pero él afirma “No hay nada de placentero en ello, porque a pesar de sentirte físicamente bien estás completamente a disgusto por lo que está pasando”. “Hace que no quieras tener un orgasmo nunca más”.
Las palabras de Decker dejan ver lo angustioso, molesto, frustrante e incómodo que puede resultar este síndrome.
Posibles causas y tratamiento
Todavía no existe ningún estudio científico que haya podido concretar las causas del Síndrome por excitación sexual persistente, lo que hace que suponga un gran problema. Las investigaciones apuntan hacia una amplia gama de posibilidades: efecto secundario de algún medicamento (por ejemplo el antidepresivo Trazodona), tumores en la zona genital, factores vasculares, hormonales, neurológicos…
Barry Komisaruk, profesor del departamento de Psicología de la Universidad de Rutgers, realizó un estudio en el año 2012 y encontró una relación entre el crecimiento de quistes Tarlov a nivel de la columna sacra y este síndrome. Estos quistes podrían estar relacionados con la parestesia (sensaciones anormales de cosquilleo) o incluso con la sensación de dolor. Pero no se podría aplicar a todos los casos estudiados, por lo que no se puede considerar una causa universal. Os dejo el enlace a su estudio por si os interesa: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/?term=prevalence+tarlov+cysts+genital
En cuanto al tratamiento, al no tener una causa concreta, no se ha encontrado un tratamiento eficaz. Aunque si podemos afirmar que el tratamiento más eficaz es la terapia cognitiva-sexual.
Lo que está claro es que todavía queda mucho que trabajar y estudiar sobre este tema y que hacen falta muchas más investigaciones.
Si queréis profundizar un poco más y conocer la historia de otras 3 mujeres con Síndrome de Excitación sexual Persistente, no dejéis de ver el documental “100 orgasmos al día”, rodado en el 2013. Se adentra en la vida de las protagonistas y muestra como le ha afectado este síndrome en su vida cotidiana y sus relaciones personales.
Documental «100 orgasmos al día»
de h&h Discovery
“Para mí los orgasmos se convirtieron en una tarea, un trabajo o un deber”
Jeannie Allen, protagonista del documental y fundadora de un grupo de ayuda online para mujeres con este síndrome.
1 comments
Hola espero encontrar personas que padezcan esta enfermedad de síndrome de excitación Yo tengo hace muchos años y vine a Francia a tratarme ,pero aún faltan muchas cosas como saber ,casos de chicas como llevan si hacen tratamiento o no contáctese conmigo.