¿Puede un dibujo encender nuestro erotismo? ¿Es el dibujo erótico un recurso para erotizarnos tan válido como el porno o la literatura erótica? ¿Cómo vive un artista el proceso de diseño sobre esta temática?
Todas estas cuestiones me surgieron reflexionando sobre el dibujo erótico, y es que, si una pintura o una fotografía pueden transmitir erotismo, ¿por qué no un dibujo? Que no sea realista no significa que no pueda hacernos fantasear, tal vez incluso más que otros tipos de imágenes. Por ello, vengo a reivindicar que el dibujo erótico está poco valorado y que deberíamos hacer más uso de este arte para incentivar nuestro erotismo.
Te invito a conocer el dibujo erótico un poco mejor…
Descubriendo el dibujo erótico a través de un artista: Pavelvkas
Pavelvkas se define como un hombre apasionado por el dibujo y ha centrado la mayor parte de su obra en la temática erótica. Le gusta mostrar a través de ellos “el erotismo como algo natural y sano, que da pasión y alegría a nuestra vida”. Sin duda, al observar su obra, es evidente que son una manera de dar rienda suelta a sus fantasías y experiencias, plasmando su visión del mundo erótico.
Su primer libro, Sextimental, es una recopilación de algunos de sus dibujos acompañados de sus textos. Él lo define como “un catálogo de erotismo visual”. Yo aún no he tenido el placer de tenerlo en mis manos, pero tras ver sus dibujos añadiría que sin duda debe ser todo un placer para la vista.
Para un artista, el dibujo erótico puede ser muchas cosas. Pavel define este tipo de dibujo como “aquel que con intención o sin ella, te hace asociarlo con todo aquello que te provoca placer sexual. Puede ser un desnudo bonito, algún tipo de fetiche, una expresión, una mirada o una simple pose. A fin de cuentas, el erotismo es tan variado que sería difícil ceñirlo a un sólo ejemplo”.
No podría estar más de acuerdo con él, y es que para cada persona la experiencia de mirar un dibujo erótico puede ser totalmente diferente, lo que a uno le puede excitar muchísimo a otro no le dice ni fu ni fa o incluso puede que le disguste. Esa es la magia de la diversidad y del erotismo que, por supuesto, también está en el dibujo erótico.
El dibujo como recurso erótico
Si echamos un vistazo a la historia, para Pavel es evidente que “la cultura erótica en el cómic o la ilustración son tan antiguos como el propio dibujo”. Y señala que esto podemos verlo, si nos remontamos a la Antigua Grecia donde se adornaban paredes, platos o ánforas con imágenes sexuales para el deleite de quien los veía.
De manera que, como os decía anteriormente, y como Pavel me confirma, el dibujo puede ser una manera perfecta de estimular nuestra imaginación, más allá de lo que se ve, en realidad aquello que deseamos ver.
En este sentido, el dibujo erótico funciona de manera muy parecida a la literatura erótica, ya que nos obliga a hacer uso de la fantasía. En cambio, el porno es un estímulo visual más directo: vemos lo que hay y puede gustarnos o no. Pero en el dibujo, la belleza se muestra en los detalles, y nosotros completamos la escena con nuestra imaginación.
Si queremos potenciar nuestro erotismo y nuestras fantasías, el dibujo puede ser un recurso excelente, tanto en terapia con personas que estén pasando por dificultades sexuales (por ejemplo, falta de deseo sexual), como para quienes simplemente disfrutan del arte y quieren estimular sus fantasías sexuales.
El proceso de creación de un dibujo erótico
Cualquier proceso de creación requiere de inspiración, que puede venir de muy diversas formas. Para Pavel el truco está en dejarse llevar por su imaginación o por aquello que observa y le rodea.
El placer forma parte de ese proceso, al menos así lo afirma Pavelvkas, “un placer durante la realización del dibujo”, al meterse en el dibujo, imaginando ese instante… un placer por la satisfacción de ver cómo evoluciona el dibujo.
La imaginación juega un papel fundamental. Pavel dibuja instantes que imagina, a veces experiencias personales o recuerdos de momentos. Y de esta manera, el deseo estimula sus dibujos.
La hipocresía del erotismo
Hay un punto sobre el que yo misma reflexiono a menudo por la parte que me toca en cuanto al mundo de la sexualidad y el erotismo, que Pavel ha querido destacar desde su propia óptica. Se trata de “esta corriente hipócrita y moralista que persigue a todos aquellos que desean dar su visión erótica artísticamente. La fotografía, el vídeo o el dibujo y la pintura son perseguidos y censurados socialmente en redes y medios de comunicación”.
Pavel me comenta que “la publicidad nos vende un culto al cuerpo en el que no se puede mostrar lo natural del desnudo”. Estoy totalmente de acuerdo con él y es algo evidente cuando vemos a diario redes sociales censurando pezones femeninos.
Cuando se censura un cuerpo desnudo se limita la capacidad del arte de mostrar la belleza -y añadiría diversidad- de nuestros cuerpos.
2 comments
Hola Ester, muy interesante. Gracias por platicarnos de este tema que sí que da mucho para escribir y platicar. Estoy de acuerdo que el dibujo es una nueva y buena y bonita forma de experimentar, descubrir, sentir y vivir. Me llama la atención esto que mencionas: «más allá de lo que se ve, en realidad aquello que deseamos ver.» He pensado mucho en ese tema desde hace tiempo. Será que negamos lo que sentimos o queremos ver realmente, por miedos, prejuicios, sociedad, etc. Y un dibujo o una foto, lleva nuestra atención a lo que realmente deseamos?
Hola Ramon, gracias por tu comentario.
Sin duda, a veces nos negamos a ver cosas por nuestros propios prejuicios… pero más allá de eso, con la frase que comentas quería expresar el hecho de que el dibujo al ser menos realista que otras imágenes, potencia nuestra imaginación y nos ayuda a ver más allá de lo que aparece a simple vista.