Pues sí, hay días grises.
Días en los que necesitamos que nos quieran más que nunca, en los que un abrazo y una caricia importan mucho. Días en los que las palabras apenas importan y en los que solo tú, nadie más que tú, puede arreglar el desasosiego.
¡Qué bonito el poema de hoy de Nuria Cifredo, autora, como ya sabéis, del Blog Relatos de Salamandra!
A veces el gris se apodera de nuestras vidas, pero ¡no pasa nada! Como dice Vivian Greene… «la vida no se trata de esperar a que pase la tormenta, sino de aprender a bailar… bajo la lluvia.»
Días grises
Nuria Cifredo
Ven a verme un día gris,
de esos con cielos plomizos
que aplastan las azoteas
y cargan las calles.
Ven a verme cuando haya nubes,
cuando la humedad empapa
los cristales de las ventanas
y la luz queda sin fuerzas.
Ven a verme con la lluvia
entre un lamento y otro,
buceando por suspiros infinitos
y surcando con decisión las lágrimas.
Ven a verme en mis días tristes,
esos de querer llorar con avaricia,
de no entender lo que pasa
y reordenar prioridades.
Ven a verme al acostarme,
cruzando mis noches densas,
las pesadillas persistentes
y la confusión del horizonte.