Dhat es un curioso síndrome que se debe a la creencia irracional de sufrir secreciones involuntarias de semen que puede desencadenar problemas psicológicos y físicos. Junto al síndrome de Koro, del que os hable hace un tiempo, pertenecen a lo que hoy en día se conoce como psicología transcultural y son un ejemplo claro de cómo las creencias culturales pueden influir en nuestra forma de vivir la sexualidad e, incluso, en nuestra salud mental.
La psicología transcultural se ocupa de estudiar síndromes que se entienden como únicos de ciertas culturas o que aparecen con una frecuencia especial en un determinado grupo de personas. La diversidad cultural y la inmigración hacen necesario el estudio de estos síndromes poco conocidos en occidente, pero cada vez más frecuentes.
Estos síndromes culturales están recogidos en los sistemas de clasificación CIE-10 y DSM-5 y deben tener dos características fundamentales:
- No se pueden clasificar en otras categorías utilizadas internacionalmente.
- Están restringidos o se limitan a determinadas poblaciones.
¿En qué consiste el Síndrome de Dhat?
El síndrome de Dhat se manifiesta en jóvenes que rondan los 30 años y son originarios de zonas rurales del continente subasiático, sobretodo Pakistán y Bangladés. Son jóvenes con un nivel socioeconómico bajo que practican alguna fe religiosa. Están solteros o casados en su lugar de origen, pero en Occidente viven en celibato.
El principal síntoma de este síndrome, también conocido como síndrome del semen perdido, es la creencia irracional de que se está perdiendo semen y esto está haciendo que se queden sin energía. No se trata de un problema urológico o sexual, sino de un problema psicosomático. Hay un claro desencadenante que es el sentimiento de culpa por no haber podido hacer caso de las reglas que componen la moral sexual de su cultura.
Dicha creencia es tan intensa que, sin haber una explicación fisiológica o médica, terminan manifestando síntomas como ansiedad, fatiga, insomnio, pérdida de peso, debilidad y otros síntomas somáticos, además de un estado de ánimo depresivo. Junto a estos problemas también se dan dificultades sexuales como problemas con la eyaculación, con la erección y bajo deseo sexual.
Las personas afectadas por este síndrome cultural, suelen asociar sus síntomas a relaciones sexuales frecuentes y a la masturbación que, según ellos, provocarían poluciones nocturnas y la emisión de “orina blanca y turbia” que da la impresión de contener semen. Esta excesiva pérdida de semen es causa de alarma por la creencia de que representa la pérdida de esencia vital, siendo una amenaza para la vida.
Origen del término “Dhat”
El término “Síndrome de Dhat” fue acuñado por dos psiquiatras indios, Narendra Wig y Harish K. Malhotra en la década de los 70 en el Sur de Asía para referirse a una presentación clínica común entre los jóvenes de esta zona que afirmaban que sus síntomas se debían a la pérdida de semen, que se manifestaba mediante una descarga blanquecina al orinar o, incluso, mientras dormían. Al estudiar dichos síntomas resultaba imposible encontrar una causa fisiológica.
Las ideas acerca de esta sustancia están relacionadas con el concepto “dathus (semen)” que se describe en el sistema medicinal Hindú del Ayurveda. Según esta cultura el semen sería el elixir de la vida, siendo el más valioso de los siete fluidos esenciales para mantener el alma y sinónimo de salud-longevidad. Por tanto, su perdida significaría una merma de la energía vital.
Diagnóstico y tratamiento
Aunque el fenómeno de la inmigración está haciendo que este síndrome sea cada vez más frecuente en Occidente, lo cierto es que es un síndrome poco conocido ya que existen pocos estudios validados. Esto hace que el diagnóstico pueda resultar en ocasiones complicado por la poca información de la que se dispone. Lo principal es tener en cuenta que al realizar las pruebas médicas pertinentes se descarta cualquier tipo de enfermedad urológica o sexual, ya que con ello confirmamos que se trata de un problema psicológico.
En cuanto al tratamiento, es fundamental proporcionar información y educación sexual para que puedan comprender la naturaleza de sus síntomas y de esta forma ayudarles a derribar esas creencias erróneas. Es muy importante realizar una historia clínica exhaustiva que no se limite a los síntomas, si no que tenga en cuenta aspectos psicológicos, religiosos y educativos.
Algunos estudios
La mayoría de trabajos científicos en torno al Síndrome de Dhat provienen de Asía, pero podemos hablar de un par de estudios españoles, aunque se limitan a la descripción de casos clínicos.
En 2012, Violeta Menéndez logró publicar su estudio en el World Journal of Urology donde analizó los síntomas de 32 hombres que afirmaban tener este trastorno en nuestro país. Un estudio que muchas revistas internacionales de urología rechazaron ya que afirmaban que había una falta de revisores que lo validaran.
Poco después, en 2013, Marc Udina y Rocío Martín-Santos del Hospital Clinic de Barcelona, realizaron una revisión de 13 estudios internacionales, recogiendo 805 casos clínicos de hombres con este síndrome. Dichos hombres manifestaban su malestar con quejas como “pierdo semen al orinar, mi orina es turbia, me siento débil desde que pierdo semen, me siento agotado, vivo con la sensación de tener poca salud”.
«Una mente no puede ser independiente de la cultura»