Una de las mejores formas de cuidar la piel de la cara, tanto la de los hombres como la de las mujeres, es echando un buen polvo. Eso estará ya más que demostrado por los laboratorios dermatológicos de algún sitio importante seguro. Pero como yo soy más de pruebas cercanas, me gusta comprobarlo en la expresión de mis amigos.
De hecho, mi amiga Julia vino un día a casa y sonriendo de oreja a oreja exclamó radiante: «¿No me notáis nada diferente?» Y, sacando la cara cual tortuga asomando la cabeza por el caparazón, se señaló las patas de gallo. «¿Te has hecho un nuevo tratamiento facial?» –le pregunté- «Indiba, inyecciones de bótox o algo así?» «¡Qué va, mucho más barato!» –contestó- «¡Es que vengo de follar toda la tarde! Mi novio llevaba demasiado tiempo en el hospital con lo de la fractura y en cuanto ha salido hemos aprovechado lo primero para eso.» Y qué verdad es que traía tal expresión de felicidad que resplandecía. Y, aunque yo no estoy muy de acuerdo con eso de que el semen sea maravilloso para la piel, porque me parece que contiene un matiz un poco machista, sí que tengo claro lo relajante que es un buen subidón de autoestima, o de endorfinas si preferís.
¿Y lo relajada que te quedas después de una buena sesión de sexo?
A mí se me van hasta las contracturas de lo calmada que me quedo. O, a veces, incluso de los masajes que la acompañan ¡Y no veáis qué bien me ayuda a coger el sueño! Sobre todo cuando el revolcón ha sido después de comer y te queda tiempo para una buena siesta reparadora. Además, los problemas que tengas que resolver ese día se te hacen menos pesados y tienes una alegría interior que te ayuda a verlos con otra perspectiva. ¿Y qué me decís del rubor post-orgasmo? Yo no he visto un maquillaje que siente mejor ni más natural, obviamente, que esos colores que te azoran la cara tras un polvazo maravilloso y te duran casi toda la jornada. Bueno, a lo mejor solamente una hora después, pero suficiente para darte una luminosidad especial.
¿Y esos hombres que al terminar y ponerse los calzoncillos se sienten como supermán de vuelta a la cabina tras haber salvado a la humanidad? Que los hay que hasta caminan más erguidos y todo. ¡Por supuesto que sí! La satisfacción del trabajo bien hecho es lo mejor para que tu columna vaya bien erguida. Y si hablamos de nuestro ritmo cardiaco, los beneficios de una correcta circulación sanguínea son enormes. Hay pocas cosas que te hagan bombear la sangre de ese modo. Porque, siendo sinceros, el deporte está sobrevalorado cuando la competencia es una larga y agotadora sesión de sexo divertido. ¿Qué son sólo 5 calorías por minuto? Vale. ¡Pero menudas calorías!
¿Más beneficios? Pues refuerza nuestro sistema inmunológico debido a los anticuerpos que genera esta actividad tan placentera; disminuye la presión arterial; aumenta la libido, porque nos engancha tanto que cuanto más hacemos más queremos, equilibra nuestras hormonas y es estupendo para la próstata de los chicos. ¡Todo son ventajas!
Si sabiendo esto no os ponéis ahora mismo a practicarlo será porque os pille descansandos de haberlo hecho. No entendería otra explicación. Y yo mejor, voy a dejar de escribir ya.