Igual que un escultor debe amar y cuidar las manos con las que da forma a sus creaciones, una persona necesita amar su cuerpo para disfrutar de su sexualidad. El erotismo parte de nuestra relación con nuestro propio cuerpo y sin una buena autoestima corporal, el placer es imposible.
Entender que todos los cuerpos son eróticos y potencialmente bellos, y asumir que la belleza es diversa, son asignaturas pendientes dentro de la educación sexual que por lo general no recibimos.
Por el contrario, vivimos en una sociedad que maltrata los cuerpos y la autoestima sobre el físico de las personas. A las mujeres, en particular, se nos machaca diariamente con el mensaje de que debemos estar siempre bellas y “perfectas”. Esa presión puede afectarnos a través de trastornos alimentarios, ansiedad, problemas para relacionarnos… y también a nuestra vida sexual.
La vejez también puede ser bella
Nuestra cultura, a diferencia de otras, no valora la vejez, más bien todo lo contrario. Nos hacen temer a los cambios físicos que llegan de forma natural con el paso de los años.
No suele pasársenos por la cabeza la idea de que lo maduro puede ser deseado, deseable y deseante. ¿Por qué no podemos ser como las frutas, que maduras están mucho más dulces y apetitosas, incluso sientan mejor?
La industria nos bombardea con cremas anti-edad para evitar las arrugas, tintes para las canas… ¡Que no se note el paso de los años!
Hablando de canas, parece que en los hombres dan el estatus de “madurito interesante”, pero en las mujeres no están permitidas.
La manida frase “estás muy bien para la edad que tienes” o “te conservas muy bien” no envuelve otra cosa que un desprecio hacia la vejez, como si sólo lo joven, pudiera ser bello.
Donde hay pelo hay alegría
Un dicho popular decía que “donde hay pelo hay alegría”, pero hace años que la moda de eliminación del vello corporal nos ha llevado a prácticamente la obsesión. Hasta tal punto que, si eres mujer y no te depilas, será raro si no te miran mal.
Pero ya no sólo se trata de los pelos que están al descubierto, sino también de las zonas más íntimas. Desde que la pornografía estableció como modelo a seguir los genitales sin pelo alguno, no se nos pasa por la cabeza tener una cita sin habernos depilado por completo.
Esos dichosos kilos de más o de menos
Otro de los temas recurrentes que giran en torno a nuestros cuerpos es el peso. Si estás delgada, que si pareces un palo, si estás rellenita, que si te sobran unos kilos… Nunca se está bien o en el peso perfecto para los demás. Siempre hay alguien que tiene que soltarte algún comentario sobre si has engordado o adelgazado, como si tú no tuvieras ojos en la cara o una dichosa báscula en casa.
Pareciera que existe una obsesión por opinar sobre los cuerpos ajenos y catalogar a las personas por su físico. Así el peso se acaba anteponiendo a la salud de las personas. Nos importa más cuánto pesamos que estar bien de salud.
Y como resultado, los trastornos alimentarios continúan ahí, haciendo mucho daño a un porcentaje nada desdeñable de adolescentes, especialmente.
¿Cómo afecta la autoestima corporal a las relaciones sexuales?
Estar pendiente continuamente de pelos, celulitis, estrías… es incompatible con poder relajarse y disfrutar de la sexualidad.
Sentir vergüenza a desnudarse y que te vea tu pareja, no sentirte cómoda durante las relaciones sexuales y no disfrutarlas o evitarlas por causa del malestar hacia el propio cuerpo, son habituales en muchas mujeres.
«Miedo»
Video de Zinteta y Yaiza de Lamo (2017)
Las causas de esto van desde el clásico programa de edición de fotos que lleva años censurando imágenes de portadas de revistas y modificando en la publicidad todo aquello que se supone que les sobra o les falta a las modelos para ser “perfectas”; hasta las nuevas aplicaciones con filtros con las que fácilmente podemos modificar partes de nuestro cuerpo.
Además, muchas personas desconocen que no somos seres simétricos: el lado derecho de nuestro cuerpo y el lado izquierdo no son totalmente idénticos. Así que es habitual tener un pecho más grande que otro; en el caso de tener testículos, uno puede ser más grande que otro; y en el caso de tener vulva, tus labios internos pueden ser uno mayor que otro.
Y aún más, también existen cuerpos mutilados, cuerpos que se salen de la norma debido a enfermedades… cuerpos diversos que no por ello dejan de ser eróticos y bellos.
Querer y aceptar nuestro cuerpo es un proceso que se aprende y que dura toda la vida. Desde pequeños es necesario enseñar a niños y niñas que:
“La belleza está en los ojos de quien mira”.
1 comments
Yo creo que esto afecta a la natalidad, por eso las sudamericanas tienen más niños en nuestro país, ellas lo hacen sin complejos y tienen más niños hasta con españoles