Ay, los cuellos. Qué tentación más erótica. ¿A quién no le gusta que se lo besen, laman o incluso mordisqueen? A mí me encanta.
Es más, me vuelve loca.
Adoro los que son también hogar. Esos que son refugio y dan calor, en los que te puedes acurrucar sintiéndote protegida. Que tienen un olor maravilloso, el olor de la persona que quieres. Es de esos cuellos de los que habla hoy nuestra querida Nuria Cifredo en este nuevo poema que os invitamos a leer.
En tu cuello
Si me acomodo en un pliegue de tu cuello
¿me dejarás estar?
Me esconderé en el hueco entre tu cabeza y tu hombro
dejaré mi pelo caer por tu espalda
y respiraré despacio.
Inhalaré tu aroma cálido
y te besaré.
Si me dejo rendir en tu cuello
¿me dejarás estar?
Me derramaré vencida sobre ti
Apoyaré mi frente en tu piel
y sentiré tus latidos.
Escucharé palpitar tu corazón
y te besaré.
Si me quedo a vivir en tu cuello
¿me dejarás estar?