Nuestros corazones hibernan. ¡Sí! A veces lo hacen porque necesitan curarse y otras simplemente porque quieren esperar. Sus latidos bajan de ritmo para poder sobrellevar el dolor y la espera. Así que dejémoslos, que ellos ya sabrán cuando despertar.
A todos vosotros, tanto a los que tenéis el corazón al 100% espabilado y a todo motor latiendo, como a los que lo tenéis hibernando, os dejo este poema de mi poetisa de cabecera, Nuria Cifredo, escritora y creadora del Blog Relatos de Salamandra.
Sé que os va a gustar.
No despiertes a los corazones que hibernan
No despiertes a los corazones que hibernan,
cada uno esperando su sol,
todos expectantes de calor.
Deja a los corazones en letargo,
que pasen sin pena la ausencia,
no vayan a despertar inquietos.
Corazones al abrigo de un día azul,
embaucados por el templado amor del invierno,
soñando con la dicha que vendrá.
No despiertes a los corazones que hibernan
no sea que la primavera no llegue nunca.