Noviembre se ha convertido en el mes de la lucha contra el cáncer de próstata, y siendo este tipo de cáncer el segundo más común en los hombres en todo el mundo, creo que es importante verlo en relación con la sexualidad.
Además, en noviembre también se lleva a cabo el movimiento “Movember” (contracción de moustache y november, que significan bigote y noviembre en inglés). Se trata de una iniciativa enfocada en la concienciación general sobre la salud masculina, dejándose crecer el bigote para sumarse a ella, organizando eventos y recaudando fondos para la investigación.
Pero antes de nada vamos a conocer mejor la próstata. Este órgano glandular se encuentra debajo de la vejiga y se encarga de producir una gran parte del líquido seminal. Además, contiene bastantes fibras musculares que ejercen presión para que, durante la eyaculación, el semen sea expulsado por la uretra al exterior.
El tamaño de la próstata está determinado en su mayor parte por la testosterona. De manera que, si bien debería ser el de una castaña aproximadamente, en el hombre adulto puede seguir creciendo y oprimir la uretra, dando lugar a complicaciones como el prostatismo (muy frecuente en hombres de mediana edad) que provoca la necesidad frecuente de orinar, entre otros problemas.
¿Y qué tiene todo esto que ver con la sexualidad? Pues, por ejemplo, el simple hecho de practicar sexo a menudo y eyacular descongestiona la próstata en los hombres de tal manera que reduce los habituales síntomas del prostatismo.
En relación con el cáncer de próstata, en su inicio suele no presenta síntomas y tiene un proceso lento, por lo que para un diagnóstico precoz es necesario que los hombres mayores de 50 años acudan al urólogo una vez al año. De esta manera se podrían detectar la mayor parte de los casos.
El tacto rectal es un examen que consiste simplemente en la palpación de la próstata, por parte del urólogo, a través del recto. Sin embargo, debido a los prejuicios, la mayoría de los hombres se muestran reacios a realizarse dicha prueba.
Por otro lado, en relación con el cáncer de próstata, la prostatectomía, consiste en una cirugía que elimina toda o parte de la glándula prostática y tejidos de alrededor, como parte del tratamiento de este tipo de cáncer. La tasa de supervivencia tras la cirugía es muy elevada.
Dependiendo del tipo de cirugía, la erección del hombre puede verse afectada en mayor o menor medida en función de la cantidad de tejido extirpado y de si se han dañado los nervios que contribuyen a producir la erección. También intervienen otros factores como la edad o la calidad de la erección antes de la cirugía, así como los aspectos psicológicos derivados del cáncer (temor, ansiedad, baja autoestima, depresión, etc.).
Otra consecuencia de la prostatectomía son los llamados “orgasmos secos”, es decir, orgasmos sin eyaculación, ya que al extirpar la próstata y las vesículas seminales no se puede producir semen. También puede darse el caso de orgasmos con eyaculación retrógrada, en los que el líquido eyaculatorio, en lugar de ser expulsado al exterior a través del pene, se dirige hacia atrás de la vejiga, expulsándose con la orina. Estos trastornos en la eyaculación no afectan a la sexualidad del varón, pero sí a su capacidad reproductiva.
Para una mejor recuperación de la salud sexual tras la cirugía, es vital por ejemplo el fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico, lo que va a ayudar no sólo a un mayor control de esfínteres, sino también a evitar problemas de erección y aumentar la intensidad de los orgasmos.
La comunicación con la pareja, en el caso de que la haya, es primordial para adaptarse a los cambios derivados del cáncer que pudieran afectar a las relaciones sexuales.
En cualquier caso, la capacidad de sentir placer en el hombre en ningún momento se ve afectada por el cáncer, por lo que es necesario reeducar en un modelo de sexualidad menos genitalizada y coital para eliminar la ansiedad en aquellos casos en que la erección se vea afectada por el tratamiento. Puede ser una oportunidad de aprender nuevas formas de recibir y proporcionar placer erótico. No hay que renunciar a las relaciones sexuales sólo porque no se pueda llevar a cabo un tipo de práctica sexual concreta.
De manera que una vida sexual satisfactoria es totalmente posible, siendo importante para ello consultar con los especialistas adecuados que nos ayuden a superar las dificultades que puedan surgir.
6 comments
Hola Ester, otro gran tema y de suma importancia. Fíjate que justo en días pasados leía sobre uno de los fundadores del Movember. Y sí como dices aún hay mucha reticencia a ir a revisión. Y me ha tocado escuchar, tristemente, como incluso hacen bromas y burlas por eso debido a que se sigue creyendo que el ano, incluso en temas médicos, si eres hombre y te tocan entonces eres no hetero. Y como bien sabemos, ni al caso. Mucho que cambiar y educar aún, en especial en algunos países. Gracias por escribir y hacernos hablar de este tema y aprender de él.
Por otro lado, también he notado que algunos médicos cuando hablas o preguntas de esos temas, prefieren también evitarlos. Incluso una vez a mí, me tocó saber de alguien a quien por tener problemas en el perineo e ir al médico, sin revisarlo, le dijeron que eso le pasaba por tener relaciones íntimas con otros hombres sin protección. Y esa persona, siempre tiene relaciones con mujeres y siempre protegidas. Por tanto, salió muerto de risa con el diagnóstico y al mismo tiempo, triste y enojado de que no se reciba la atención adecuada.
Sobre el suelo pélvico, llevo años haciendo los Kegel. Y me gustaría que hubieran más juguetes, como los disponibles para ustedes las mujeres para poder hacerlos. Ya que nunca he sabido si los he hecho bien, regular o mal.
Ya por último, y perdón por el rollo, te felicito por el penúltimo párrafo. Para mí, siempre se le ha dado demasiada importancia al pene y a mí me encanta eso de un nuevo modelo de sexualidad más completo.
Ellos también tienen esa especie de obligación de acudir a su urólogo con cierta frecuencia. Desgraciadamente el cáncer de próstata no da la cara como otros, tan sólo manifiesta estos síntomas a los que aludes.
Siempre el prevenir es la mejor manera de evitar males mayores.
Te doy la enhorabuena por tu post. No se habla mucho de ello.
Gracias por compartir.
Saludos.
Gracias a ti Carla, me alegra que te haya resultado de interés. Saludos!
Siempre se ha dicho que más vale prevenir que curar. Artículos así, que faciliten información de este tipo, sirven para ir más allá y educar para prevenir.
Como siempre, un gran trabajo.
Besicos.
Y como siempre gracias a ti por pasarte por aquí. 😉