Bud-sex es un término reciente que se está haciendo cada vez más popular. Se refiere a relaciones sexuales entre hombres heterosexuales que no se consideran ni homosexuales ni bisexuales. Encuentros cuyo fin es exclusivamente el placer o la mera satisfacción.
Es cierto que el término bud-sex es reciente, pero estamos hablando de una realidad que ha estado presente desde el inicio de la humanidad. Es decir, no es algo nuevo o que no haya ocurrido antes, pero gracias a la investigación del sociólogo Tony Silva, es un tema del que se está empezando a hablar.
Fue a partir de este estudio, publicado en 2016, cuando surgió el término bud-sex. Para Silva, se aplica a las relaciones entre personas del mismo sexo sin incluir ningún factor romántico.
Es muy frecuente que estas prácticas sexuales se den en ambientes donde escasean las mujeres como ambientes rurales o cárceles. Los practicantes de bud-sex suelen afirmar que “se trata de un favor entre amigos”, de ahí el nombre, ya que la traducción al español es “sexo entre colegas”
Actualmente, si pensamos en los tipos de prácticas sexuales nos damos cuenta que son realmente variadas y que no están ligadas ni al género ni sujetas a etiquetas. Además podemos comprobar que la sexualidad va evolucionando en función de los deseos del ser humano.
Pero son muchos y muchas los que se preguntan si el bud-sex es una forma de ocultar la homosexualidad y la bisexualidad, o si realmente es una tendencia sexual que necesita ser catalogada.
¿Qué lo diferencia de la homosexualidad o la bisexualidad?
Tony Silva, sociólogo de la Universidad de Oregon (Estados Unidos), en su estudio ha analizado el comportamiento sexual de un grupo de hombres residentes en los estados más conservadores y rurales del país. Hombres que se consideraban heterosexuales, en muchos casos casados y con hijos, pero reconocían mantener relaciones sexuales esporádicas con otros hombres sólo por placer. La investigación se centró en comprender cómo percibían su género y su sexualidad.
Al contrario de lo que se pueda pensar, son hombres que no han sufrido ninguna crisis de identidad sexual, de hecho están convencidos de su heterosexualidad. Les atraen las mujeres, pero esporádicamente practican sexo con hombres para satisfacer sus instintos más primarios.
El estudio recoge 5 aspectos fundamentales que, según los hombres que llevan a cabo estas prácticas, los diferencian de hombres homosexuales. Estos 5 factores, recogidos en el estudio, son los siguientes:
- No se trata de buscar una relación personal de ningún tipo, ni cariño, ni compañía. Para ellos estos encuentros son, simplemente, un entretenimiento o pasatiempo.
- No hay ni atracción ni deseo sexual. El único deseo presente en estos encuentros es saciar su apetito sexual. Evitan cualquier implicación emocional, por lo que no hay besos, caricias ni muestras de cariño, llegando a evitar hasta mirarse a los ojos.
- Está claro que son encuentros que forman parte de sus vidas, pero no tienen una frecuencia determinada, es decir, no es algo que hagan regularmente. Estos encuentros sólo se producen cuando sienten la necesidad de volver a practicarlo, sin importarles con quién.
- Es muy frecuente que estas relaciones se den cuando están bajo los efectos del alcohol o las drogas. En ocasiones también influye haber tenido una fuerte discusión con sus parejas. Situaciones en las que están más desinhibidos.
- Recalcan que es un “aquí te pillo, aquí te mato” sin ningún tipo de romanticismo. En ocasiones hay incluso interés económico.
¿Homosexuales homófobos?
Por otro lado, la tesis de Jane Ward, profesora de la Universidad de California, pone el acento en el énfasis del colectivo bud-sex por diferenciar sus juegos sexuales de las relaciones homosexuales tradicionales. Esta tesis afirma que, a pesar de mantener sexo con otros hombres, “rechazan fuertemente los comportamientos gay”. “No hay sitio para ningún hombre que esté mínimamente afeminado y busque algo más que sexo”, palabras de los propios budsexers.
Estas afirmaciones han hecho que muchos colectivos los califiquen como homosexuales homófobos. Pero las principales conclusiones de los estudios realizados dejan ver que son personas comprometidas con la heteronormatividad, se sienten bien y cómodos siendo heterosexuales, quieren que se les considere como tales y podemos afirmar con seguridad que son heteros. De hecho, Ward durante su estudio comprobó que muchos afirmaban que estos contactos fortalecían su identidad heterosexual.
Lo que está claro es que, para los practicantes del bud-sex, tener sexo homosexual sin ser homosexual o bisexual, es posible.
“El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero como experiencia vacía es una de las mejores”
Woody Allen