En esta ocasión voy a hablaros de las bolas chinas L1 de la marca OVO, que suelo recomendar a mujeres que desean fortalecer su suelo pélvico. Aquí os contaré mi experiencia con ellas, entre otras cosas.
Cuando hablamos de bolas chinas es importante recordar antes de nada que utilizarlas tiene más que ver con la salud del suelo pélvico que con el placer sexual. Entonces, ¿las bolas chinas son un juguete erótico o no? Pues eso depende de cada una y del uso que le demos, aunque su función principal no es otro que fortalecer la musculatura vaginal. Si bien es verdad que un suelo pélvico tonificado se relaciona positivamente con mejores orgasmos (y esto se refleja en mayor placer), por lo general, colocarse unas bolas chinas no es algo que resulte especialmente placentero. Otra cosa es que se puedan incorporar al juego sexual y esto le resulte excitante a la pareja.
Si no conocéis OVO Lifestyle Toys, se trata de una marca alemana que ha recibido numerosos premios de diseño reconocidos internacionalmente.
Lo que más me gusta de las bolas chinas L1 de OVO es que traen cuatro pesos diferentes que ofrecen una gran cantidad de combinaciones posibles para poder hacer un entrenamiento pélvico totalmente progresivo. Y este es uno de los motivos principales por el que las recomiendo, ya que, dependiendo del estado de tu suelo pélvico, puedes colocarte un peso u otro. Por ejemplo, si una mujer tiene la musculatura muy débil, principalmente por haber tenido un parto vaginal, es posible que no consiga sujetar dos bolas. De modo que puede comenzar colocando una sola, de las de menor peso, e ir aumentando, poco a poco, según su cuerpo se lo vaya permitiendo.
Es importante recordar que las bolas chinas no son indicadas para todo el mundo y que lo ideal ante cualquier problema es acudir al profesional que pueda orientarnos.
El hecho de que estas bolas tengan pesos intercambiables, como decía es muy positivo, pero también requiere de más paciencia a la hora de colocarlos, quitarlos y lavarlos. Meter las bolas en la estructura no es extremadamente complicado, pero hace falta un poquito de habilidad.
Otro de los puntos a favor de estas bolas chinas es su precio, ya que, aunque no son las más baratas del mercado, y considerando que se trata de una marca de calidad, son bastante económicas.
Por otro lado, algo que me llamó la atención de las bolas chinas L1 de OVO, y me hizo enamorarme de ellas desde la primera vez que las vi, es su diseño ergonómico y original.
En cuanto a mi propia experiencia con las bolas chinas L1 de OVO, tengo que admitir que no comenzó con buen pie, aunque se solucionó fácilmente y pienso que fue un caso puntual. Pero ¿qué sucedió? Pues la primera vez que las probé, tras lavar las bolas transparentes, percibí que en una de ellas había entrado un poco de agua. Como no las había golpeado ni hecho un mal uso de ellas, supuse que esa bola venía defectuosa, por lo que entré en contacto con Más allá del Placer, quienes se encargaron de enviarme otro producto similar. Sé por otras usuarias que esto no suele pasar, pues ninguna tuvo problema alguno.
La caja contiene la estructura o soporte donde se colocan las bolas con cuatro pesos intercambiables: dos bolas de color más ligeras con un total de 79,4 gramos y dos de cromo que individualmente pesan 34 y 39,7 gramos.
El soporte está hecho de silicona flexible y suave. Sin plomo, sin ftalatos, materiales 100% seguros para el cuerpo.
Como podéis observar en la imagen, la estructura de las bolas posee un cordón para hacer más fácil la extracción de las mismas y al final de este lleva una joya del mismo color que las bolas.
Para colocarlas simplemente hay que ponerles un poco de lubricante de base agua (evitar lubricantes de silicona ya que podrían dañar el producto) e introducirlas en una postura cómoda y relajada. Una vez puestas se pueden llevar a cabo los ejercicios de Kegel tumbadas o tareas cotidianas que requieran movimiento, en este caso de pie para que la gravedad obligue a trabajar a los músculos pélvicos manteniendo las bolas sin que se salgan de la vagina. Se pueden usar unas tres o cuatro veces por semana durante unos quince minutos e ir aumentando de manera paulatina (nunca tenerlas puestas mucho tiempo para no fatigar el músculo).
Por último, comentaros que OVO ofrece una garantía de 15 años para todos sus productos.
Video oficial de OVO
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7 comments
Qué interesante! Y cuánto han cambiado. Ahora ya son tan sofisticadas estas bolas chinas y tan bonitas. Me gusta mucho la explicación y recomendaciones que haces. Y siempre he tenido una curiosidad. Cómo se sienten al hacer las actividades diarias? Imagino que por estar fortaleciendo los músculos y por leerte sí se deben sentir de alguna forma, pero mejor preguntar, no se siente que afecten o te impiden hacer algunas cosas? Gracias!
Gracias por tu comentario, Ramón. En efecto se siente algo al llevarlas puestas con el movimiento. Es como una pequeña vibración, una sensación difícil de definir, pero no es desagradable, aunque a mí tampoco me parece especialmente agradable o excitante… es extraño, una sensación diferente. Pero eso depende de cada mujer.
En cuanto a si impiden hacer algunas cosas, pues en principio pienso que no deberían.
Gracias Ester! Es bueno saberlo ya que nunca podré experimentar esa sensación. Y sí me imagino es que debe ser extraño y como dices, cada mujer lo sentirá diferente e imagino que incluso el grado de fortaleza que se tenga el suelo pélvico pueda cambiar esa sensación. Y qué bueno que no afecten la vida normal de una mujer.
De nuevo muchas gracias por el escrito y la respuesta. He aprendido mucho. Y seguro que muchas mujeres y sus parejas te agradecerán tanto como yo, por ese extra que siempre nos das.
¡Las tengo, las tengo! Aunque tengo que admitir que no le doy todo el uso que debería ?
Gracias por compartir tu experiencia y sabiduría con nosotros.
Besicos
Hola estoy interesada en adquirir una unidad soy de Chile
Querida Linda,
Por el momento sólo comercializamos productos dentro de España (península) e Islas Baleares. Sentimos no poder hacerte llegar las bolas OVO.
Muchas gracias por seguirnos y por tu interés.