Según Robyn Ochs (2016) se define como: «La capacidad de sentir atracción romántica, afectiva y/o sexual por personas de más de un género, no necesariamente al mismo tiempo, de la misma manera en el mismo grado ni en la misma intensidad”. Aunque existen otras definiciones, la de Robin fue premiada y expuesta en la web del año bisexual (2016) por tratarse de la más acertada, ante otras que tenían una postura más cerrada.
Lo más importante que debemos destacar para comprender qué es la bisexualidad es que, ante todo, es una orientación sexual más, a pesar de que continúa siendo la letra más invisible dentro de los colectivos y movimientos LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales).
Nació como término con Sigmund Freud (Freud 1999; James,1996; Zalea, 2009) quien lo catalogó como un periodo sexual transitorio, infantil, que más adelante, al alcanzar la madurez sexual, debía superarse. Sin embargo, con el paso del tiempo termina definiéndose como una categoría de orientación sexual alternativa a la homosexualidad y a la heterosexualidad. Sabemos que hoy en día existen muchas etiquetas creadas para calificar orientaciones sexuales ya que el ser humano busca definirse o encajar, generalmente en algún grupo. Aunque no me gusta hablar de ellas, ni encasillar a las personas en clasificaciones, es importante entender las diferencias entre algunas que giran en torno a la bisexualidad y aprender qué significan para dejar de generar confusión en torno a ellas.
Así, si hablamos de pansexualidad diremos que son aquellos/as que están abiertos a cualquier tipo de relación hacia cualquier persona por la que se sientan atraídos/as. «Pan» proviene del griego «todos», por lo que pansexual hace referencia a una orientación que se utiliza para describir la atracción hacia personas de todas las identidades. Ser pansexual es: «sentirse atraído por todas las identidades de género o atraído por personas sin importar el género. Ser pansexual es sentir atracción estética, amorosa o sexual por las diferentes formas de género, ya sea aquellas en las que existe acuerdo entre el sexo biológico y el género (cis-género) o en las que hay desacuerdo (trans-género, en donde las personas transexuales pueden también tener orientaciones cambiantes). El término solo establece que sus elecciones abarcan una amplia gama de posibilidades y se dan la libertad para dar curso a sus deseos” (Ghedin, Walter H.). En la bisexualidad la atracción no sólo se enfoca hacia el género masculino o femenino ya que también pueden sentir interés hacia personas de género no binario.
No podemos dejar de decir que el colectivo bisexual es uno de los más castigados y estigmatizados en la sociedad. La principal problemática a la que tienen que hacer frente es que se cree que el/la bisexual vive una fase sexual temporal, que son homosexuales o heterosexuales reprimidos, que no tienen una orientación plena, que se encuentran en fase de transición en su decisión por una de las dos opciones. Su estigma es que se piensa que «están probando» y es por ello que las personas bisexuales salen menos del armario que los homosexuales tanto en el ámbito social y familiar como el laboral. Se ha convertido en un estereotipo creer que la bisexualidad es una fase de transición en donde él o la bisexual regresará a su «orientación original» o «migrará a la contraria» después de experimentar, provocando que se entienda que son «indecisos o inmaduros sexuales». Es cierto también, no se puede negar, que muchas personas utilizan la bisexualidad como escudo antes de salir del armario, como una etapa de transición. Otro estigma más aceptado es que el que dice que se encuentran en una posición intermedia entre la heterosexualidad y la homosexualidad.
Es importante, por ello, que cada 23 de septiembre destaquemos internacionalmente la visibilidad de la bisexualidad y, por supuesto, la lucha contra la bifobia que es el «conjunto de sentimientos, actitudes y comportamientos negativos hacia las personas bisexuales» y que se encuentra presente en todos los niveles sociales, incluyendo dentro de los colectivos de personas LGT.
La bifobia es real y diferente, por supuesto, a la homofobia. Las personas bisexuales también sufren homofobia al ser identificadas como homosexuales y al ser invisibilizadas. Las frases insultantes y estereotipadas que una persona bisexual puede escuchar son del tipo: «se te pasará, en realidad es solo una fase», «yo no querría tener como pareja a una persona bisexual», «cuando te casas defines tu orientación sexual». Las mujeres, cómo no, además suelen recibir insultos como «puta», «guarra» o «viciosa».
Existe otra mirada dentro del erotismo de la bisexualidad, que es el del individuo que se siente «bi-curious«. Muchas parejas heterosexuales encuentran erótico el que la parte femenina sea bisexual o que el hombre juegue eróticamente y mantenga relaciones con otro chico. Esta es una de las fantasías más recurrentes de las mujeres y al hombre le excita ver jugar a su pareja con otra mujer. Ya os hablé en otro artículo de las «chicas unicornio» y si os dais cuenta, no es coincidencia que la bandera bisexual tenga los colores de un unicornio.
Aunque el tema de la bi-curiosidad nos daría para un artículo completo, os cuento que son personas que quieren explorar la actividad sexual con una persona de una identidad de género diferente a la que usualmente sienten atracción. Por ejemplo, una mujer heterosexual podría desear tener una relación sexual con otra mujer, o bien una mujer que se identifica como lesbiana podría estar interesada en tener encuentros eróticos con un hombre. Aunque esto puede quedarse en el mundo de las fantasías únicamente, sin querer llevarlo a la realidad, habrá quienes deseen llevarlo a cabo sin pretender relacionarse emocional o afectivamente con estas personas, sino dejar esta atracción dentro del terreno erótico.
Finalmente es importante mencionar que la orientación bisexual no define el tipo de prácticas sexuales; las personas bisexuales pueden ser monógamas, poliamorosas, tener relaciones liberales, y pueden ser fieles y éticas.
Como cualquiera de nosotros/as.
Texto editado y corregido por Más Allá del Placer.
5 comments
Hola Gret! Muy buen día.
Excelente artículo sobre un tema que es como bien dices muy complejo. Me llama la atención eso que mencionas de usarlo como escudo. Y es que es más » fácil» decir a alguien que recien conoces soy bi a soy gay. Especialmente con las personas que tienen genitales diferentes a los tuyos. Al menos eso he notado, ya me dirás tú si es así. También he visto casos en los que las mismas «amistades» cuentan las preferencias según dicen para no lastimar a alguien interesado en la persona bi. Y algo más, como el grado de atracción no es parejo (y aunque lo fuera), y tu pareja será una. Las personas terminarán diciendo eso: Ya ves, es gay o hetero. No es bi.
Yo personalmente he tenido problemas para identificar quién y cómo soy. Así como mis deseos y atracciones. No por pensar a es una fase, ni mucho menos. Y me choca que much@s te digan prueba con ambos y decide, o, una vez que pruebes el sexo heterosexual verás que la conexión es increíble o cosita es claro que eres x o y. Como si esas personas estuvieran dentro de una. Por supuesto, hay otras muchas que si dan consejos y guía positivas.
Gret, me queda la duda sobre la bi-curiosidad, aunque sean solo fantasías o solo erótico, no eso ya hace que sean bi, sin la curiosidad?
Hola Mónica buenos días como siempre gracias por escribir, es muy cierto todo lo que dices, yo pienso que la mayor parte a la solución está en no poner etiquetas, precisamente en este artículo marque algunas diferencias con la definición de pan sexual, pero en el fondo no estoy de acuerdo con marcar estas divisiones, yo no creo que existan esos periodos de indecisión, sino que los seres humanos vamos cambiando a lo largo de nuestra vida, vamos teniendo distintas preferencias, así como tú me compartes que hay quien aún no lo sabe, o que el grado de atracción no es pareja, eso es indiferente, ya que hoy pueden gustarnos unas cosas, a traernos otras, y mañana cambiar por completo, y eso nos hace dudar constantemente de bajo qué nombre o etiqueta nos encontramos, también observo cada día más el sentir ese gusto y atracción por personas sin importar el género, pienso que si cada día viviéramos más libres de decir lo que somos, nos dedicaríamos más a disfrutar de esa atracción sin prejuicios. Como bien dices habrá épocas donde alguien prefiere estar con alguien de su mismo género, otras del opuesto y eso no hace indecisas a las personas, solamente que somos seres cambiantes.
Y en el último punto que me comentas, el aspecto de las fantasías es un poco largo pero lo analizamos por separado, pero puedo adelantarte que hay muchos casos en los que una persona puede tener inclusive sueños repetitivos, fantasías o utilizar porno gays o lésbico para masturbarse, pero cuando prueba a llevarlo a la realidad no le gusta y no lo disfruta ( inclusive puedo decirte que analizando que esa persona no tenga homofobia ni nada por el estilo) simplemente a veces no se utiliza mucho más el juego y la imaginación que lo que es la realidad. Otras personas les puede gustar el juego erótico puntual dentro de la vida swinger por ejemplo, pero nunca considerarían mantener una relación con una persona de su mismo sexo, porque más allá de un juego no se sienten atraídos…
Un beso y gracias por escribir !
Hola Gret!
Gracias a ti por tu respuesta y siempre con tanto detalle e información 🙂
Me encanta lo que mencionas de ser seres cambiantes y disfrutar de la atracción sin prejuicios sin importar qué vemos. Una gran amiga justo la semana pasada me decía eso, tú disfruta y sé tú misma. En mi caso, intento, como también dices tú, vivir sin etiquetas. Aún me cuesta! Y es que también me gustaría sentirme parte de algo, sentirme identificada, aceptada o algo así. Y hay muchas veces que si lo logro y me siento solo ser.
Gracias de nuevo y estaré atenta a lo siguiente que nos compartas.
Un beso también para ti
Excelente artículo! Felicidades!
Yo creo que queda bien claro por si alguien tenía a esta alturas alguna duda.
Gracias por compartir!
Saludos y feliz semana!
Carla Mila
Hola Karla gracias por tus comentarios, te mando un gran saludo y también deseo que tengas una feliz semana, ¡Ah! y por supuesto deseamos que todos les quede muy claro que la bisexualidad es una orientación sexual también. Un beso grande!