¿Qué papel desempeña nuestra autoestima en la manera como vivimos la sexualidad? Vamos a verlo detenidamente pues, en efecto, el valor que se da una persona a si misma influye, de diversas maneras, en su vida sexual.
La autoestima depende de la diferencia que hay entre lo que vemos que somos y lo que en nuestro ideal nos gustaría ser. Cuando dista mucho lo uno de lo otro las autoexigencias que nos marcamos suelen llevarnos a experimentar frustración.
La autoestima tiene que ver con valorarse, saber que tenemos virtudes y defectos, como todo el mundo, pero quedarnos con los aspectos positivos y saber potenciarlos, en lugar de recordarnos constantemente lo negativo, haciendo que se deteriore la imagen que tenemos de nosotros/as mismos/as.
Para empezar, vamos a hablar sobre la autoestima en relación al físico. Para disfrutar de nuestro erotismo es necesario amar nuestro cuerpo y tener una buena disposición para explorarlo y descubrirnos.
Cuando no estamos a gusto con nuestro cuerpo es imposible disfrutar del sexo de una manera positiva y placentera pero, sobre todo, se hace muy complicado tener relaciones sexuales, es decir, compartir nuestra intimidad con otra persona, puesto que la inseguridad no nos permite deshinibirnos en la cama.
Los prototipos de belleza artificiales, modificados con photoshop, con los que la publicidad nos bombardea diariamente (en particular a las mujeres), son ideales inalcanzables que no ayudan en nada a sentirnos bien con nuestros cuerpos.
El tema físico preocupa especialmente con respecto a las relaciones sexuales. En los hombres existe cierta obsesión generalizada con el aspecto del pene sobre todo, el tamaño. De manera que cuando un hombre está convencido de que su pene es pequeño esto puede llegar a suponerle un auténtico problema ante la perspectiva de sexo.
En las mujeres, la preocupación por el físico va más allá de lo genital, aunque el aspecto de la vulva parece que se está convirtiendo en motivo cada vez más frecuente de cirugías estéticas (que si los pelos sobran, que si los labios menores sobresalen…). Los pechos femeninos también son un tema que nos obsesiona excesivamente a las mujeres a la hora de mostrarlos durante una relación sexual, (que si los tenemos pequeños, caídos, con estrías…). Al final estamos más pendientes de tapar nuestros defectos que de disfrutar del sexo y de nuestro cuerpo.
Además, si cada vez que nos dicen un cumplido no nos lo creemos, si cada vez que nos miramos al espejo lo único que vemos son defectos, si no nos gustamos, eso se transmite a los demás y hace que perdamos sex appeal, o sea, nuestro atractivo sexual.
Es necesario sentirse deseada/o, pero primero hay que desearse a si misma/o, saber observar nuestro cuerpo y ver lo que queremos que otras personas vean, en vez de aquello que no nos gusta. Cuando somos capaces de mirarnos y sentir que somos sexis y que podemos seducir, entonces es cuando verdaderamente conseguiremos atraer a otras personas.
Pero la autoestima no sólo tiene que ver con la forma en la que vemos nuestro físico, también con otros aspectos como nuestra personalidad o capacidades. Creer que tenemos un cuerpo capaz de atraer no es suficiente si pensamos que carecemos de habilidades sociales, o que nuestra forma de ser no va a gustarle a la gente. Sentirnos inseguros con respecto a nuestras habilidades amatorias también puede impedirnos disfrutar en el sexo. No se trata de pensar que somos máquinas sexuales o que lo sabemos todo con respecto al sexo, sino de estar convencidos de que podemos aprender siempre y descubrir cómo proporcionarle placer a otra persona.
Existe además un tipo de autoestima, más allá del físico y de nuestra personalidad, a la que se llama autoestima sexual, que tiene que ver con la seguridad que tenemos acerca de mostrar nuestras preferencias eróticas, es decir lo que nos gusta y lo que no nos gusta en el sexo. Tener una buena autoestima sexual, significa no sentir miedo de mostrar nuestros deseos sexuales. Por supuesto, esta autoestima está determinada por los otros aspectos comentados, de manera que si somos capaces de amar nuestro cuerpo y nos sentimos seguros respecto a nuestras capacidades, seguramente no tendremos miedo de desnudar nuestros deseos más íntimos.
La autoestima sexual también se ve influida por nuestros tabúes con respecto al sexo, y nuestros prejuicios. Para mejorar este aspecto, es vital informarnos, lo que nos hará sentirnos más seguros y confiantes ante las relaciones sexuales.
Amarnos no sólo nos lleva a tener mejor autoestima, sino que es algo recíproco, si tenemos mayor autoestima amamos nuestro cuerpo y lo respetamos, lo que también nos lleva a cuidarnos y protegernos en las relaciones sexuales.
Ahora que sabes todo esto, si no estás satisfecho/a con tu vida sexual o no disfrutas de tus relaciones sexuales de manera plena, empieza por preguntarte cómo andas de autoestima, y si eres de esas personas que se critican constantemente, comienza por buscar ayuda para cambiar eso.
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