Hace apenas unas semanas os hablaba sobre el Día de la Visibilidad Lésbica y la importancia de las mujeres referentes en este sentido. En dicho texto no pude dejar de mencionar a Audre Lorde, aunque una simple alusión no le hace justicia a un icono de su magnitud. Más aún cuando recientemente, el 17 de mayo, se celebraba el Día Internacional contra la Homofobia y justo ella dedicó su vida a la lucha contra todo tipo de discriminación.
Escritora, feminista y activista por los derechos civiles de la comunidad negra y LGBT, Audre Lorde fue una figura clave del siglo XX, además de una mujer inteligente, valiente y luchadora que merece ser recordada.
¿Quién fue Audre Lorde?
Audrey Geraldine Lorde nació en Harlem (Nueva York) en 1934 y falleció en 1992, con 58 años, debido a un cáncer de mama.
Aprendió a leer y escribir de la bibliotecaria de su barrio, quien le influyó profundamente. Y, siendo aún pequeña, ella misma decidió cambiar su nombre, quitándole la “y” para dejarlo más simétrico.
Se convirtió en la primera estudiante negra del Hunter High School, una escuela pública para niñas superdotadas. Y concluyó sus estudios de Bibliotecología en la Universidad de Columbia, en 1961.
Durante su juventud tuvo relaciones lésbicas y en los años 50 sufrió el rechazo por su orientación sexual al intentar adherirse a la asociación de escritores Harlem Writers Guild. Dicha experiencia la motivó a participar activamente en movimientos culturales LGBT, incluso llegó a ser codirectora del periódico lésbico Chrysalis.
Como feminista, ya en la década de 1980, fue una de las primeras en usar el concepto de “autocuidado” (frente al papel de cuidadoras de las mujeres), para referirse a la necesidad de cuidar de sí misma como un acto de preservación y de guerra política.
Recibió diversos premios a lo largo de su vida, como el premio de excelencia literaria de Manhattan en 1987. Y en 1991 fue nombrada poeta laureada por la ciudad de Nueva York.
La poesía como medio de expresión
La poesía fue su forma de expresarse, su lenguaje, desde muy joven. Al principio recitaba versos que memorizaba para expresar sus sentimientos, después comenzó a escribir sus propios poemas (con tan sólo doce o trece años). Lorde acreditaba que la poesía servía para nombrar lo que no tiene nombre, pero puede ser pensado.
Como escritora es esencialmente conocida por su dominio de la técnica para expresar emociones como la rabia y la indignación contra las injusticias sociales. Muchos de sus poemas tratan temas que exploran la sexualidad, la identidad femenina, el feminismo y los derechos civiles.
Su obra literaria, publicada a partir de los años 60, consta de diez libros de poesía y cinco de prosa.
La hermana, la extranjera, es una de sus obras más conocidas. Se trata de un libro de ensayos con algunos de sus textos más influyentes en relación con la lucha contra el machismo, el racismo y la opresión heterosexual.
El unicornio negro (1978), reúne algunos de sus poemas más emblemáticos y explora la pluralidad de identidades y opresiones de una mujer afroamericana y lesbiana en los Estados Unidos de los años 70.
Tras sufrir un proceso de mastectomía debido al cáncer de mama publicó Los diarios del cáncer (1981), un texto tanto para quienes han vivido dicha enfermedad como para quienes acompañan en el proceso.
Su lucha contra la discriminación
Mediante la poesía Lorde reflexiona sobre su condición de mujer negra en una sociedad marcada por el machismo y el racismo, destacando la fragilidad del movimiento feminista en relación con la realidad de las mujeres negras. En este sentido, fue una de las precursoras del movimiento feminista interseccional.
Lorde sabía de primera mano lo que significaba sufrir discriminación por ser diferente. Ella se identificaba como guerrera, madre, lesbiana, negra, poeta… identidades diversas que no debían reducirse, sino que reafirmaba con fuerza. Entendía que injusticias como el racismo, el sexismo o la homofobia provenían todas de la misma raíz: la fobia a lo diferente. Y es por lo que luchó constantemente contra las múltiples opresiones que sufrió durante su vida.
Lo erótico como poder
Una de sus ideas clave dentro del pensamiento feminista se encuentra en su ensayo Usos de lo erótico: lo erótico como poder (1978). Para Lorde el erotismo está en el interior de todas las mujeres, pero ha sido oprimido y tachado de sospechoso por el sistema.
Lo erótico es poder porque al reconocerlo nos ponemos en contacto con nuestra capacidad más creativa y se convierte en una lente desde donde miramos todos los aspectos de nuestra existencia.
Cómo se hizo el doodle de Audre Lorde en su 87 cumpleaños (subtitulado en inglés)
GoogleDoodles
“Lo erótico ofrece un pozo de fuerza para la mujer que no teme su revelación”.
Audre Lorde
2 comments
Poco se sabe de ella en Europa, sin embargo entre la población de color en EEUU es todo un mito.
Una mujer que pasará a la historia, por mucho que pese a algunos que en su vida la discriminaron.
Excelente Post y Feliz semana!!!
Muchas gracias por tu aporte, Carla Mila.
Un placer tenerte por aquí. 🙂
Saludos