Que la historia fue escrita por hombres es algo que ya sabemos, y que por ese mismo motivo muchas mujeres fueron borradas de esta, lo vamos descubriendo poco a poco, a medida que conseguimos visibilizarlas.
Este es el caso de Agnódice, considerada la primera mujer ginecóloga conocida, pionera en un campo profesional de conocimiento que estaba apartado de las mujeres y gracias a quien se inició una revuelta femenina que cambió la historia.
¿Quién fue Agnódice?
Agnódice o Hagnódica (como también se la conoce), nació en una familia de la clase alta ateniense, alrededor del siglo IV a. C. En una época en la que los grandes filósofos griegos afirmaban la superioridad del hombre frente a la mujer, y donde el ámbito de las mujeres no pasaba de las tareas domésticas y el cuidado de los niños.
Dado que el acceso al saber estaba permitido únicamente a los hombres, y Agnódice deseaba más que nada estudiar medicina, decidió hacerse pasar por hombre cambiando su aspecto, cortando el cabello y vistiendo con ropas masculinas. Al parecer, para todo esto tuvo el apoyo de su padre.
Estudió en Alejandría, en una de las mayores escuelas de medicina de la antigüedad, de la mano del célebre médico anatomista Herófilo de Calcedonia. De esta manera, Agnódice obtuvo las mejores notas y se especializó en ginecología.
Continuó haciéndose pasar por hombre para poder ejercer la medicina, aunque a menudo desvelaba a sus pacientes que era una mujer para ganarse su confianza. Adquirió bastante popularidad como ginecóloga y esto despertó las envidias de sus colegas que la acusaron de intimar demasiado con sus pacientes.
Agnódice fue llevada ante un tribunal donde no le quedó más remedio que desvelar su condición de mujer. Entonces fue acusada del delito de hacerse pasar por hombre y de ejercer la medicina, que conllevaban pena de muerte. Sin embargo, sus pacientes (muchas de ellas esposas de quienes la acusaban) se rebelaron exigiendo su libertad y destacando su gran labor como ginecóloga, al haber salvado sus vidas y las de sus hijos. Gracias a esta revuelta femenina sin precedente, Agnódice fue absuelta.
Tras esto, no sólo Agnódice pudo continuar ejerciendo su profesión, sino que, además, las leyes atenienses se modificaron para que las mujeres pudieran estudiar medicina.
El papel de las mujeres en la medicina de la Antigua Grecia
En la civilización griega, no mucho antes de Agnódice, las mujeres ejercían de parteras, una profesión considerada honorable. La propia madre del famoso filósofo Sócrates, Fenáreta fue una comadrona muy popular de aquella época.
El padre de la medicina moderna Hipócrates, contemporáneo de Sócrates, permitía que las mujeres estudiaran temas ginecológicos, aunque no admitía mujeres en la escuela de medicina.
Sin embargo, al conocerse que estas mujeres realizaban abortos, se decidió que era mejor prohibir que las féminas pudieran ejercer cualquier profesión médica.
Esta ley tuvo sus repercusiones en la salud de las mujeres ya que, habiendo sido educadas en el pudor, no les gustaba la idea de que un médico varón examinara sus partes íntimas, lo que llevó a un mayor número de complicaciones en embarazos y partos, y altas tasas de fallecimiento de mujeres y bebés.
Fue en este contexto en el que Agnódice decidió que quería estudiar ginecología para ayudar a las mujeres y consiguió que cambiara el rumbo de la historia.
¿Fue Agnódice un personaje mitológico?
La historia de Agnódice fue relatada por el escritor Higinio en sus Fábulas, por lo que algunos eruditos consideran que se trata de una figura de la mitología griega. Entre los motivos que alegan están que su nombre se traduce como “casta ante la justicia” y era frecuente en los mitos llamar al personaje según sus virtudes. También el hecho de que se levantara la túnica para desvelar su sexo parece que era un gesto frecuente en este tipo de leyendas.
Aunque no sabemos si la historia de Agnódice fue totalmente verdadera o no, podemos imaginar que hubo muchas otras mujeres como ella en la historia. Mujeres que tuvieron que hacerse pasar por hombres para acceder a profesiones que les estaban vetadas, mujeres obstinadas que lucharon contra las normas sociales de su época para hacer frente a la desigualdad de género.
Para mí, Agnódice fue tan real como todas esas grandes mujeres que permanecen ocultas en la historia y que abrieron el camino para todas las demás.
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Agnódice: Ilustración de portada creada por Nuria Aparicio para su colección «Las chicas son guerreras».
2 comments
Un estupendo artículo.
Nada mejor que conocer la historia y los casos de mujeres luchadoras.
Gracias por compartir.
Saludos
Gracias a ti por leer mi artículo, Carla Mila.
¡Saludos! 😉