El rápido avance de las tecnologías está cambiando muchos aspectos de nuestras vidas, algunos para bien y otros para mal, como sucede con las nuevas formas de abuso y violencia en las relaciones.
Aunque la violencia digital puede tener un impacto igual de negativo en las víctimas que otros tipos de violencia, se suele justificar con excusas y aún existe poco conocimiento sobre ella.
Video de WWP (video en inglés)
¿Qué es la violencia cibernética en las relaciones?
La violencia cibernética en las relaciones se ejerce cuando una pareja actual o anterior utiliza nuevas tecnologías (teléfono inteligente, redes sociales, etc.) con el objetivo de: controlar o espiar; chantajear o publicar vídeos íntimos; robar su identidad; insultar o amenazar.
Este tipo de violencia suele ejercerse en línea (online) y fuera de ella (offline), e incluso después de terminada la relación. Y como sucede con otros tipos de violencia es más habitual que la lleven a cabo hombres contra mujeres.
Quienes abusan de sus parejas de este modo pueden hacer que se sientan paranoicas y con miedo constante, robándoles su sensación de seguridad.
¿Cómo se ejerce la ciberviolencia en las relaciones íntimas?
Mediante el uso de la violencia cibernética los abusadores llevan a cabo las siguientes acciones:
- Vigilancia o control cibernético. Consiste en controlar la vida de sus parejas en todos los aspectos, usando la tecnología para monitorear interacciones sociales, actividades y movimientos de la pareja. Las obligan a estar localizables en todo momento, a enviar fotografías para demostrar dónde está y con quién, etc.
- Acoso cibernético. Se trata de tener acceso constante a su víctima, utilizando la tecnología, por ejemplo, a través del correo electrónico, mensajes de texto, etc.
- Sextorsión, es decir, chantajear a la víctima con publicar vídeos o fotos íntimos para obtener favores sexuales, mantener la relación o arruinar su reputación.
- Violencia cibernética financiera, que consiste en controlar las finanzas de la pareja y asegurarse de que no tenga recursos financieros (control de las cuentas bancarias, robo de dinero, deudas en la tarjeta de crédito…).
#NoExcuses4Abuse
Kaspersky y la Red Europea que Trabaja frente a Perpetradores de Violencia Doméstica (WWP EN) llevaron a cabo el pasado mes de septiembre una campaña para concienciar sobre el abuso digital, denominada: #NoExcuse4Abuse.
Kaspersky es una compañía global de ciberseguridad y privacidad digital, que ha participado activamente en la lucha contra el stalkerware, siendo uno de los fundadores de la Coalición contra el Stalkerware (CAS).
El término stalkerware se refiere a herramientas, programas de software, aplicaciones y dispositivos que permiten que una persona pueda espiar en secreto la vida privada de otra persona por medio de su dispositivo móvil inteligente y suele utilizarse para ejercer violencia contra parejas sentimentales. Dichos programas se pueden adquirir e instalar con facilidad, ejecutándose de forma oculta en segundo plano, sin que la persona afectada sea consciente ni haya dado su consentimiento. Por tanto, quien perpetra este tipo de abuso está cometiendo un crimen.
El último estudio de Kaspersky sobre “el estado del stalkerware en 2021” muestra que:
- Dicho año, 32.694 usuarios se vieron afectados por stalkerware en todo el mundo.
- El 30% de los encuestados a nivel mundial cree que espiar a una pareja sin su consentimiento es aceptable (al menos en algunas circunstancias).
- El 16% de los españoles sospechan que su pareja les ha espiado utilizando una app móvil.
La ciberviolencia va en aumento
Aunque parece que hay una disminución del uso de stalkerware, por el contrario, la ciberviolencia va en aumento, sobre todo desde el inicio de la pandemia. Esto tal vez se deba a que existen muchas otras formas de ejercer abuso digital. Por ejemplo, se ha detectado un aumento sustancial del abuso y extorsión sexual basado en imágenes.
Según señalan desde WWP, la forma más común de violencia digital es la supervisión por parte del hombre de las actividades digitales de su pareja, por ejemplo, leer correos electrónicos o revisar teléfonos y cuentas en redes sociales.
Las tecnologías son potentes herramientas para que los agresores puedan ejercer control coercitivo, especialmente en relaciones donde ya se daban casos de violencia física. El control coercitivo se define como “un patrón de comportamiento abusivo diseñado para ejercer control y dominio sobre la otra parte en una relación. Puede incluir diferentes comportamientos abusivos: físicos, psicológicos, emocionales o financieros, cuyo efecto acumulado impide que las víctimas-supervivientes ejerzan su autonomía e independencia como individuos” (McGorrery y McMahon, 2020).
“Si queremos terminar con la violencia doméstica, debemos comenzar a hablar de las innumerables formas en que se utiliza la tecnología digital para controlar y acosar”.
Anna McKenzie (WWP EN)
* Información extraída de WWP European Network, Coalition Against Stalkerware y del último estudio de Kaspersky sobre “el estado del stalkerware en 2021”.
